Agnes Grey, la primera novela escrita por Anne Brontë en 1847, narra la historia de una joven hija de un modesto vicario que sueña con convertirse en institutriz para ganar independencia económica y personal mientras entrega su vida a una noble tarea, la educación. Sin embargo, a medida que Agnes comienza a cumplir con su ideal, descubre un mundo oscuro y hostil, lleno de personajes que se asemejan a monstruos de pesadilla, como niños brutales, jovencitas intrigantes, padres grotescos y madres mezquinas e indulgentes.
La novela está basada en las experiencias autobiográficas de Anne Brontë, quien experimentó de primera mano el precario status material y moral de las institutrices victorianas de la época. El texto ofrece una árida revelación del mundo de las institutrices mostrando su lucha por mantener su dignidad y su cordura en un ambiente hostil.
El mundo de las institutrices victorianas
En el siglo XIX, las mujeres tenían pocas opciones para establecerse de manera independiente en la vida. Como resultado, muchas decidieron convertirse en institutrices, una profesión que ofrecía la posibilidad de ganar independencia financiera y disfrutar de una vida digna y respetable en la sociedad. Sin embargo, la vida de las institutrices victorianas no era fácil.
En aquel tiempo, muchos padres ricos preferían mantener a sus hijos en casa, confiándoles la educación a institutrices que a menudo eran consideradas como una clase inferior en la sociedad. Las institutrices recibían un trato frío y distante por parte de las familias con las que trabajaban. A menudo, no se les permitía interactuar con el resto del personal doméstico o compartir la mesa con los miembros de la familia. Se les pedía que trabajaran en horarios extenuantes, con pocas horas libres para su descanso personal. Era común que las institutrices fueran responsables de enseñar a sus alumnos no solo las materias escolares, sino también el arte de la modales y la etiqueta.
La historia de Agnes Grey
Agnes Grey es la historia de una joven institutriz que trabaja para varias familias en la campiña inglesa en su lucha por mantener su dignidad y cordura. Agnes es paciente y virtuosa, pero a menudo se siente impotente frente a la crueldad y la indiferencia con las que son tratadas las institutrices. En su lucha personal, encuentra una cálida amistad en Mr. Weston, el vicario local y su mentor espiritual.
Agnes comienza su trabajo como institutriz en la mansión Bloomfield, donde se encuentra con dos niños brutales y desafiantes. A pesar de su paciencia y perseverancia, Agnes es despedida de su trabajo debido a las mentiras que cuentan sobre ella. A continuación, Agnes consigue un trabajo en casa de los Murray, una familia rica y aristocrática. Sus hijos, Rosalie y Matilde, son descritos como dos jovencitas intrigantes y casquivanas que no tienen ningún interés en aprender. Agnes debe enfrentarse a una dura lucha para tratar de enseñarles algo, pero su esfuerzo resulta en vano, y finalmente es despedida.
Agnes encuentra un poco de consuelo en su amistad con Mr. Weston, pero sabe que debe seguir adelante y encontrar un nuevo trabajo. Consigue un trabajo en casa de los Borefield, donde debe lidiar con una madrastra mezquina e indulgente y una hija casi igual de cruel que la anterior. Eventualmente, Agnes se enamora de Edward Weston, el hijo de su mentor, pero su amor no es correspondido. A pesar de todo, Agnes sigue adelante y finalmente encuentra un camino hacia la felicidad.
Conclusión
Agnes Grey es una novela que ofrece una visión de los desafíos y dificultades que enfrentaban las institutrices victorianas. A través de la historia de Agnes, Anne Brontë muestra las luchas para mantener la dignidad y la cordura en un ambiente hostil y deshumanizante. Es una historia de perseverancia y paciencia en la lucha por la autonomía y la independencia. Agnes Grey es un clásico de la literatura victoriana y muestra la habilidad de Anne Brontë para retratar personajes complejos y situaciones emocionales difíciles con una perspectiva feminista.