“Agua verde, cielo verde” es una novela que nos traslada a la vida de Florence McCarthy Harris, una joven americana que, junto a su madre Bonnie, viaja por Europa viviendo de la caridad de familiares tras el divorcio de esta última. Sin embargo, tras sufrir un atribulado descenso a la locura, la realidad fracturada de Flor será revelada por cuatro voces que se superponen, en un estilo similar al de un cuadro cubista.
A lo largo de la historia, la novela trata con delicadeza la relación maternofilial y la necesidad de encontrar un hogar. Florence se ve arrastrada por su madre a una vida en movimiento constante en un continente desconocido, lo que le hace sentir desarraigada y vulnerable.
La obra nos lleva por los escenarios de ciudades como Venecia, Cannes y París, lugares glamurosos a la vista, pero que en realidad esconden la fragilidad y vulnerabilidad de una joven que se ve obligada a vivir en la caridad de los demás. La narración nos muestra la tristeza y la soledad a las que se enfrenta Florence mientras busca desesperadamente un hogar donde pueda sentirse segura y protegida.
La prosa de la novela es cuidada y sensible, y la autora evoca maravillosamente las emociones y los diferentes escenarios por los que discurre la trama. La forma en que se intercalan las voces que narran la historia, además, contribuye a crear una sensación de fragmentación y desasosiego que acompaña a Florence en su viaje por Europa.
“Agua verde, cielo verde” es una obra que se adentra en la naturaleza humana y en las necesidades que todos tenemos de sentirnos en casa. Con un estilo poético y emotivo, la novela nos invita a reflexionar sobre la vida, la maternidad, la locura y, sobre todo, sobre la búsqueda del sentido de pertenencia, de un lugar que podamos llamar hogar.