Mi nombre es Hannah, parezco una chica común de veinticinco años, pero soy especial, claro que también me encanta el chocolate, pasar tiempo con mi familia, andar en moto y verme bien como a las demás, pero además me gustan las mujeres, soy buena con las manos y trabajo en La Mazmorra, el mejor club de BDSM de la zona.
Ser Mistress de un antro de mala muerte como muchos lo llaman, no es algo que hubiese planeado, pero me agrada, aquí tengo un nuevo hogar y las dominatrix que en la sala se ven impotentes son mis mejores amigas.
La vida me trajo aquí por algo y ahora te contaré cómo pasé de ser una recién graduada que no sabía qué hacer con su vida a ser una mujer hecha y derecha que sin miedo obtiene lo que desea.