En julio de 1973, Alice Kelly, una chica de trece años, desapareció en Glasgow y las probabilidades de encontrarla con vida eran muy bajas. Mientras se desplegaba un dispositivo policial para buscarla, Bobby March, un famoso guitarrista de rock local, sufrió una sobredosis en un hotel. La noche anterior había dado un concierto en el que, según el agente Harry McCoy, no estuvo muy brillante.
En medio de todo esto, los periódicos necesitaban noticias sangrientas, la policía quería resultados y la ley exigía respeto, aunque esto implicara hacer lo que fuera necesario. Para complicar aún más las cosas, la sobrina del jefe de McCoy también había desaparecido y él tenía que encontrarla.
Este es el contexto de “Bobby March vivirá para siempre”, una novela negra del escritor escocés Alan Parks. La historia se desarrolla en Glasgow, una ciudad que en los años 70 estaba marcada por los conflictos religiosos, la pobreza y la delincuencia. En este oscuro escenario, Harry McCoy, un policía solitario y alcohólico, se adentra en una investigación en la que se enfrentará a todo tipo de peligros.
A lo largo de la novela, el autor retrata con maestría la vida en las calles de Glasgow y sus suburbios, así como la cultura musical de la época. En este sentido, Bobby March, el personaje que da título a la obra, es una figura emblemática. Aunque es un personaje ficticio, su perfil recuerda a músicos de rock como Jimi Hendrix, Janis Joplin y Jim Morrison, que murieron jóvenes y se convirtieron en leyendas.
Además de la música, la drogas son una constante en la novela. Tanto el consumo como el tráfico de drogas se presentan como fenómenos cotidianos en una ciudad en la que la falta de oportunidades y la violencia empujaban a muchos jóvenes a buscar una salida en el mundo del crimen.
En medio de todo esto, Harry McCoy es un personaje que destaca por su honestidad y su perseverancia. A pesar de sus problemas personales, está decidido a hacer su trabajo y a proteger a las personas que le importan, aunque esto signifique poner su vida en peligro. Su relación con su compañera, la agente Wattie, es uno de los puntos más interesantes de la novela. A pesar de sus diferencias, los dos agentes se respetan y se apoyan mutuamente.
En resumen, “Bobby March vivirá para siempre” es una novela negra que combina el suspense con una evocación muy vívida de la vida en Glasgow en los años 70. Alan Parks demuestra un gran talento para crear personajes complejos y para retratar la oscuridad que puede esconderse detrás de las apariencias.