Vivimos con cambios constantes, con miedo de decir te quiero más de lo que deberíamos por las consecuencias que puede traer. Pero tenemos que arriesgarnos, tenemos que perdernos para poder encontrarnos, aprender del daño y seguir soñando. Quiere, quiere mucho. Pero nunca te olvides de quererte a ti.
Soñando. Así empezó esto. Escribiendo mil historias en las que sus personajes se enfrentaban a las adversidades de la vida. Imaginando canciones y finales felices.
Ahora, las cosas son un poco más complicadas. He tenido que darme cuenta de lo difícil que puede ser a veces decir adiós.
También he aprendido lo que es amar, sentir, ser. He comenzado a conocerme a mí mismo. A que la vida puede que no sea tan fácil si no te arriesgas.
Aquí están cada una de mis sensaciones. Este es el comienzo de mi historia. Nuestra historia.