Federico es un niño seguro, alegre, asombrado por las
cosas del mundo. Es el hijo mayor de un terrateniente de
la vega granadina, a la orilla del río Cubillas. Los días de
su infancia en Fuente Vaqueros suceden entre chopos y
zarzales, entre bichos y urracas, en contacto con gañanes,
pastores, niños del pueblo y parientes. Este libro narra
los descubrimientos de su infancia hasta su traslado a la
vecina Asquerosa (hoy Valderrubio).
«Mis más lejanos recuerdos de niño tienen sabor de tierra.
Los bichos de la tierra, los animales, las gentes campesinas…
Yo las capto ahora con el mismo espíritu de mis
años infantiles. De lo contrario, no hubiera podido escribir
Bodas de sangre». Federico García Lorca.