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Resumen de “El chivo expiatorio” de René Girard
En “El chivo expiatorio”, René Girard explora las raíces del comportamiento societal y la formación de mitos a través de su teoría del deseo mimético. Girard sostiene que la imitación del deseo de los demás es una fuerza motriz detrás de la conducta humana, lo que lleva a la competencia, envidia y eventualmente al conflicto. El libro examina cómo las sociedades buscan restaurar el orden y la armonía a través del proceso de designar y sacrificar a un chivo expiatorio.
Según Girard, en tiempos de crisis, como durante epidemias o desastres naturales, las comunidades humanas tienden a buscar un causante o una explicación para sus sufrimientos. Edipo, por ejemplo, quien es enviado al exilio de Tebas bajo la creencia de que él es la causa de una plaga debido a sus actos de parricidio e incesto, es una manifestación de esta necesidad de encontrar un culpable. La figura del chivo expiatorio se convierte así en la recipiente de toda la culpabilidad y malestar colectivo. Los perseguidores proyectan en la víctima sus propios conflictos y ansiedades, llegando a creer sinceramente en su culpabilidad.
Girard analiza también cómo la caza de brujas y los pogromos contra los judíos surgieron de una dinámica similar, capitalizando el miedo y el deseo de estabilidad para señalar a individuos o grupos como la causa raíz de las desdichas sociales. La obra contrasta estos mitos con la narrativa de los Evangelios, donde se presenta la pasión de Cristo como un desmontaje de la lógica del chivo expiatorio. Jesús, siendo inocente, rechaza las acusaciones y la violencia, y su victimización y muerte expone la injusticia inherente al fenómeno del chivo expiatorio.
El libro es una síntesis de los trabajos previos de Girard y una exploración de cómo las sociedades alcanzan la cohesión y superan las crisis mediante la ilusión persecutoria, que fragmenta comunidades mientras pretende restaurar el orden a corto plazo.
Sinopsis de “El chivo expiatorio”
“El chivo expiatorio” de René Girard es un estudio que detalla cómo las sociedades humanas utilizan el mecanismo del chivo expiatorio para superar sus crisis internas y restaurar la cohesión social. Girard se sumerge en la psicología colectiva y en los mecanismos subyacentes que llevan a las comunidades a buscar una víctima propiciatoria.
El libro comienza explorando el poder del deseo mimético, es decir, cómo las personas desean los objetos o status que ven deseables en otros, lo que conduce a la rivalidad y a disturbios sociales. Girard argumenta que este deseo mimético inevitablemente lleva a la violencia, y la forma de resolver la tensión acumulada es a través de la selección de un chivo expiatorio.
Los mitos y tragedias antiguas, como la historia de Edipo, suministran ejemplos claros de cómo las sociedades antiguas manejaban la violencia interna desplazándola hacia un individuo en particular. El libro expone cómo esta práctica no se limita a la antigüedad, sino que ha continuado de diversas formas a lo largo de la historia, incluso en prácticas modernas de persecución y violencia colectiva.
Girard resalta cuán profundamente están los Evangelios en conflicto con la idea de la violencia sacrificatoria y del chivo expiatorio. La historia de Jesucristo muestra a una víctima que, a diferencia de los chivos expiatorios del pasado, es realmente inocente y cuya muerte revela y desacredita el mecanismo del chivo expiatorio en lugar de perpetuarlo. De esta manera, Girard ve en el cristianismo una subversión revolucionaria del ciclo de violencia que plaga a la humanidad.
Opinión personal sobre “El chivo expiatorio”
La tercera persona considera que “El chivo expiatorio” es una obra crucial en la comprensión de la psicología social y la violencia colectiva. La habilidad de Girard para entrelazar teoría literaria, psicología, antropología y teología en un argumento cohesivo resulta tanto impresionante como esclarecedora. Además, el libro revela las raíces profundas del comportamiento humano y las estructuras sociales, revelando mecanismos que son tan relevantes hoy como lo han sido a lo largo de la historia.
La teoría del deseo mimético que Girard explora proporciona una poderosa explicación para fenómenos como la rivalidad entre los individuos y grupos, así como para las persecuciones y la formación de chivos expiatorios. Uno podría argumentar que el libro ofrece una teoría casi universal que explica desde las peleas entre niños en un patio de recreo hasta conflictos entre naciones.
Sin embargo, el enfoque en el cristianismo como fuerza subversiva contra la violencia y el mecanismo del chivo expiatorio puede ser visto como un punto de inquietud para algunos lectores que buscan una perspectiva más secular o diversa en el análisis de estos temas. Aún así, el enfoque de Girard no busca evangelizar, sino más bien indicar cómo los principios presentes en el cristianismo desafían la lógica arcaica del sacrificio humano que él considera omnipresentes en la cultura y la práctica religiosa.
Como obra que incita a la reflexión, “El chivo expiatorio” es desafiante y a menudo provocativo. Despierta interrogantes sobre los fundamentos de la cultura y la moral y cómo las sociedades manejan la diferencia y la disidencia. La persona que toma esta obra en sus manos posiblemente no coincida con todas las posturas de Girard, pero indudablemente encontrará un terreno fértil para el análisis crítico y la introspección.
En resumen, “El chivo expiatorio” de René Girard es una contribución invalorable a la comprensión del comportamiento humano y social. A través de su lectura, se obtienen perspectivas profundas sobre la naturaleza del deseo, la violencia y los procesos de reconciliación. Cierto es que sea un trabajo que no dejará a ningún lector indiferente y desatará intensos debates y reflexión sobre la naturaleza y la historia de la civilización humana.