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Resumen de “Era un buen chico”
“ERA UN BUEN CHICO”, novela escrita por Simonetta Agnello Hornby, nos lleva por un viaje al corazón de Sicilia, un lugar donde la cultura, las tradiciones y la influencia de la mafia juegan un papel fundamental en la vida de sus habitantes. La trama gira en torno a la historia de dos mujeres fuertes y determinadas que están al frente de sus familias y dos jóvenes, Giovanni y Santino, quienes crecen como amigos íntimos en este ambiente tan singular como complicado. A medida que ambos avanzan hacia la adultez y definen sus caminos, se convierten en el núcleo principal de la historia.
La narrativa se desarrolla durante los turbulentos años ochenta, una época marcada por violentas guerras entre clanes mafiosos y el tejido social tenso de Sicilia. Giovanni se convierte en un distinguido abogado, mientras que su amigo Santino se forja una carrera exitosa como constructor. A simple vista, pareciera que ambos han logrado el éxito gracias a sus esfuerzos, pero pronto se revela que el sector de la construcción en el que Santino se desenvuelve está lleno de sombras y corrupción, vinculadas con la mafia.
La autora, Simonetta Agnello Hornby, con un conocimiento profundo y una conexión personal con Sicilia, su lugar de origen, decide adentrarse por primera vez en los entresijos de la mafia siciliana, explorando las consecuencias que este submundo criminal tiene en la vida de las personas comunes. “Era un buen chico” se convierte entonces en una fascinante y compleja narración que refleja cómo el poder y la influencia de la mafia se entrelazan en la vida cotidiana, modificando el curso de las vidas, incluso de aquellos que buscan hacer el bien.
Sinopsis de “Era un buen chico”
La novela empieza presentándonos a las dos madres protagonistas, mujeres que, a pesar de las dificultades que enfrentan en una sociedad patriarcal y a menudo sombría, se esfuerzan por mantener el bienestar y los valores dentro de sus familias. Sus hijos, Giovanni y Santino, representan dos caras de una misma moneda; amigos desde la infancia, crecen juntos soñando con el futuro y qué tipo de hombres quieren llegar a ser en un Sicilia donde el destino parece estar, en parte, ya escrito por las tradiciones y las fuerzas ocultas de la mafia.
Giovanni, apoyado por su madre, logra su cometido de convertirse en abogado y defender la justicia en un entorno donde ésta es a menudo una mercancía intercambiable. Por su parte, Santino, con el apoyo igualmente incondicional de su madre, entra en el mundo de la construcción, creyendo que puede mantenerse al margen de las influencias negativas que impregnan esta industria.
Sin embargo, la realidad de Sicilia en los años ochenta es cruel y complicada. La literatura de Hornby no se aleja de esta verdad, mostrando cómo las vidas de ambos hombres comienzan a estar afectadas por el poder corrosivo de la Cosa Nostra, con Santino siendo arrastrado más profundamente hacia actividades ilícitas que se convierten en una espiral de la que es difícil escapar. Mientras tanto, Giovanni se encuentra en medio de un conflicto de intereses, luchando por mantener su integridad en un mundo donde la justicia parece estar a la venta al mejor postor.
Con un retrato vívido de los paisajes, las costumbres y los conflictos internos de la isla, “Era un buen chico” mezcla el drama familiar con un estudio sobre la cultura mafiosa de Sicilia en una historia que logra capturar la difícillucha entre el honor, la familia y la ley. Hornby no se limita a examinar las grandes batallas sino que se enfoca también en los pequeños detalles cotidianos que constituyen la verdadera esencia de la vida siciliana.
Opinión personal sobre “Era un buen chico”
“ERA UN BUEN CHICO” se nos revela como una obra que trasciende el mero entretenimiento para sumergirnos en un estudio cultural y social intensamente revelador. Simonetta Agnello Hornby, con su inigualable habilidad para capturar la esencia de Sicilia y su gente, nos ofrece una novela que es tanto un espejo de la lucha humana como una elegía por una Sicilia que se desvanece ante la modernidad y sus conflictos.
La autora no escatima en la complejidad de sus personajes; Giovanni y Santino son seres profundamente matizados, con virtudes y defectos, y es esta humanidad plena de contrastes la que convierte a la novela en un estudio fascinante sobre la naturaleza humana y las decisiones que definirán sus destinos. Las figuras maternas son igualmente impresionantes, representando la fuerza y la resistencia de la mujer siciliana frente a las adversidades que las rodean.
La riqueza en la narrativa es notable. La habilidad de Hornby para describir tanto las bellezas de la isla como las partes más oscuras de su sociedad hacen de su novela más que un relato sobre la mafia: es un retrato poético y brutalmente honesto de una cultura rica en historia y conflicto. Al ubicarse en los años ochenta, además, Hornby puede explorar la transición de un mundo viejo a uno nuevo y los retos que esto supone para personajes que se ven atrapados entre lo tradicional y el progreso.
Uno de los mayores logros de la novela es que Hornby consigue que el lector se sienta parte de la sociedad siciliana; uno puede casi oler el aroma de la comida siciliana en las calles, sentir el calor agobiante del verano y la fría presencia de la mafia en los rincones más oscuros de la existencia de sus personajes. La autora no se aleja del horror ni de la violencia, pero lo contrapesa con momentos de amor, camaradería y esperanza.
A nivel estilístico, “Era un buen chico” es una obra bien cimentada y fluida, balanceando la profundidad temática con una narrativa comprensible y accesible que permite una lectura tanto reflexiva como fluida. Con una mezcla acertada de diálogos y descripciones, la autora consigue transportar al lector a la Sicilia de la época y compartir una historia que es inquietante, cautivadora y tremendamente humana.
En conclusión, “ERA UN BUEN CHICO” es más que un libro que se lee, es una experiencia que se vive. Ofrece una visión poco común y detallada del impacto de la mafia en las vidas cotidianas de las personas en Sicilia, pero también celebra la resilencia humana frente a fuerzas que parecen insuperables. La novela de Simonetta Agnello Hornby es un tributo a su tierra natal, una obra que combina con maestría el thriller con la novela social y que, sin duda alguna, merece un lugar destacado en las bibliotecas de aquellos interesados en la complejidad de la condición humana y los matices de la cultura italiana.
Raquel García
Raquel es licenciada en Periodismo en la UCM. Desde pequeña, ha sido una ávida lectora y siempre ha disfrutado de sumergirse en mundos imaginarios a través de las páginas de un libro. Además, le encanta explorar nuevos lugares y culturas, y ha tenido la oportunidad de viajar a varios países en diferentes continentes. Actualmente, trabaja como redactora web y sigue descubriendo nuevos libros y lugares fascinantes.