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Resumen de “¿Qué fue de la modernidad?”
Gabriel Josipovici, en su libro “¿Qué fue de la modernidad?”, explora el terreno de la escritura y el arte modernos, y cómo éstos han evolucionado, o según su perspectiva, involucionado, a lo largo del siglo XX hasta nuestros días. Este cuestionamiento surge de su propia inquietud generada durante sus años de formación en Oxford, en los que empezó a percibir que algo esencial estaba cambiando en el enfoque y propósito del arte y la literatura modernos.
Josipovici realiza un análisis detallado de la obra de autores como Kafka, Virginia Woolf y Borges, entendidos por él como pioneros y verdaderos representantes de la modernidad. Confronta estas figuras con otros escritores más contemporáneos como Philip Roth, Irène Némirovsky y Julian Barnes, cuestionando si han mantenido el legado profundamente innovador de sus predecesores o si, en cambio, han dejado de lado el desafío que representa la modernidad en sus obras.
El autor plantea que durante la modernidad, los artistas buscaron nuevas formas de expresión y exploraron el arte y la literatura de maneras sin precedentes, lo cual implicaba tanto una libertad como una responsabilidad creativa. Sin embargo, observa que en tiempos más recientes, algunos creadores parecen haber abandonado la búsqueda de innovación y el compromiso con el desarrollo de un lenguaje y formas artísticas novedosas, optando en cambio por caminos más convencionales y menos arriesgados.
La modernidad es vista por Josipovici como un movimiento que, en esencia, buscaba cuestionar e incluso fracturar las convenciones, provocando en la audiencia y en la sociedad una reflexión más profunda y una nueva conciencia sobre la realidad y la experiencia humana. Este estado de cuestionamiento constante es lo que, para el autor, parece haberse diluido con el paso del tiempo.
Sinopsis de “¿Qué fue de la modernidad?”
En “¿Qué fue de la modernidad?”, Gabriel Josipovici nos ofrece una reflexión profunda sobre la evolución de la literatura y el arte dentro del marco de la modernidad. Comenzando con una evaluación crítica de los autores que considera pilares de este movimiento, tales como Kafka, Woolf y Borges, el libro desentraña las características que los definen como modernos y cómo se diferencian de sus contemporáneos y de escritores posteriores.
El autor se pregunta por qué se ha producido un retroceso en la literatura y el arte de los últimos tiempos, y realiza un recorrido por el pasado para tratar de entender este fenómeno. Propone que, en algún momento de la historia reciente, ciertos creadores eligieron abandonar el impulso modernista de transformar y desafiar las formas establecidas de creación, para volver a una representación más tradicional y menos provocativa de la realidad y la condición humana.
Con una crítica incisiva y a menudo controvertida, Josipovici pone en tela de juicio la complacencia y el temor al riesgo que detecta en algunos escritores y artistas contemporáneos. Todo ello lo realiza mediante un argumento entrelazado que cruza literatura, filosofía del arte, historia y crítica estética, intentando comprender la causa y consecuencias de este cambio de dirección en la trayectoria del arte moderno.
Más que una simple crítica literaria y artística, el libro se convierte en una suerte de llamado a valorar de nuevo la audacia y originalidad que acompañaron al nacimiento de la modernidad. Josipovici insiste en la necesidad de reencontrar ese impulso de innovación, sosteniendo que el verdadero arte es aquel que cuestiona, que se mantiene en una búsqueda constante y que se rebela ante las expectativas convencionales.
Opinión Personal sobre “¿Qué fue de la modernidad?”
Al adentrarse en las páginas de “¿Qué fue de la modernidad?”, el lector puede sentirse desafiado por la franca crítica que Gabriel Josipovici hace sobre la evolución de la literatura y el arte modernos. Su perspectiva tiene el potencial tanto de iluminar como de polarizar, dependiendo de las posturas personales sobre lo que la modernidad significa y debería representar.
Para aquellos apasionados por la literatura y el arte que en esencia buscan desafiar activamente los límites y provocar reflexión, el libro de Josipovici podría resonar profundamente. Presenta una crítica que se siente particularmente pertinente en una era en la que la cultura popular y el mercado parece a menudo favorecer lo seguro y lo vendible por encima de lo innovador y desafiante.
Es posible, sin embargo, que algunos lectores encuentren la postura del autor algo nostálgica, añorando una época de modernidad pura que quizás nunca existió en la absoluta pureza que Josipovici parece reclamar. Podría ser criticado por adoptar una perspectiva que desvaloriza el rol de la literatura contemporánea y su variedad de voces y enfoques, que también tienen su lugar en el vasto tapiz del arte.
No obstante, el libro propicia una exploración de lo que significa ser un creador en el mundo de hoy y plantea preguntas relevantes sobre la responsabilidad del artista con su propia obra y el contexto cultural en el que se inscribe. La provocación que Josipovici instiga con su crítica sardónica invita a una introspección valiosa, tanto para creadores como para consumidores de arte y literatura.
Finalmente, “¿Qué fue de la modernidad?” no se contenta sólo con mirar hacia atrás, en busca de lo que se ha perdido, sino que también llama la atención sobre la necesidad de un rejuvenecimiento y una redefinición de lo que la modernidad puede y debería ser. De esta manera, el libro de Gabriel Josipovici invita a una meditación continua sobre el arte y la vida, y sobre cómo ambos se entretejen de manera inextricable y hermosa.