Descargar Una historia del conurbano – Pedro Saborido

Formatos: PDF, EPUB, MOBI

Una historia del conurbano, de Pedro Saborido, se mueve con soltura entre la crónica, el ensayo narrativo y la ficción humorística para componer un mapa cultural del Gran Buenos Aires tan reconocible como inasible. La propuesta tiene el sello del... Leer más

Una historia del conurbano, de Pedro Saborido, se mueve con soltura entre la crónica, el ensayo narrativo y la ficción humorística para componer un mapa cultural del Gran Buenos Aires tan reconocible como inasible. La propuesta tiene el sello del autor: un humor que mezcla observación aguda, ternura y una mordacidad que nunca pierde de vista a las personas reales detrás de los estereotipos. Desde el primer tramo, el libro insinúa que el conurbano es tanto un territorio físico como un estado de ánimo, una forma de mirar y de narrar. En esa clave de lectura es posible entender por qué la obra salta con naturalidad de lo histórico a lo fantástico, de lo íntimo a lo político, con escenas donde pueden coexistir invasiones inglesas reimaginadas, dimensiones paralelas, Vírgenes que escuchan deseos insólitos o un adorable astronauta ruso que cae en el barrio y se vuelve, por un rato, vecino. Para quienes buscan “descargar libro Una historia del conurbano en epub, pdf o mobi” o prefieren “leer online Una historia del conurbano”, la obra no pierde su cadencia verbal: la oralidad de Saborido —ese oído para el habla popular y la cadencia del chiste— se sostiene en cualquier soporte, sin que la experiencia se empobrezca por el cambio de formato.

Resumen de Una historia del conurbano

Presentar un resumen completo de Una historia del conurbano implica advertir, desde el inicio, que su encanto reside más en la forma que en una trama lineal. El libro se organiza como una constelación de relatos, viñetas, hipótesis delirantes y escenas cotidianas que, unidas, construyen una “historia” alternativa del conurbano bonaerense. Aunque a primera vista podría etiquetarse como novela, no se ajusta a esa categoría en sentido estricto: funciona más bien como un mosaico de piezas narrativas donde cada fragmento suma un matiz al retrato general. Hay capítulos que avanzan en tono de crónica, con el pulso de quien recuerda un partido en una cancha de barrio, un viaje en colectivo o una sobremesa interminable. Otros adoptan el disfraz del documental paródico, combinando datos, suposiciones, supersticiones y verdades emocionales que se dicen al pasar. Y están, por supuesto, los pasajes abiertamente fantásticos, en los que el conurbano se vuelve portal de dimensiones paralelas y las criaturas más improbables se vuelven vecinos temporales, tan verosímiles como el almacenero de la cuadra.

La lectura está atravesada por la cadencia de la voz de Saborido: frases que parecen nacer de una charla entre amigos, con un remate que descoloca y, al mismo tiempo, organiza el sentido. En ese vaivén, los tópicos se encadenan de modo imprevisible pero pertinente: se pasa de las invasiones inglesas a una estación de tren en hora pico, de una Virgen dispuesta a conceder deseos desopilantes a un relato sobre un club social con aura de leyenda. Lo importante no es tanto lo que “pasó” como la manera de contarlo: el libro se detiene en cómo la imaginación popular reconstruye la historia y la ajusta a su medida, con una lógica que puede parecer absurda y, sin embargo, contiene una verdad emocional difícil de disputar. Cada pieza funciona por sí sola, pero la suma ofrece un retrato del conurbano como un organismo vivo, ruidoso, generoso, contradictorio.

El humor no es un adorno: es el método. Saborido utiliza la risa para aflojar rigideces y permitir que aflore una mirada sociológica sin solemnidad. Esa cruza de arte y sociología sostiene la arquitectura del libro, que orbita alrededor de preguntas silenciosas: cómo se construye la identidad de un territorio; qué relatos sostienen la vida en común; de qué manera el margen reescribe el centro. El resultado es una lectura densa y divertida a la vez, algo que puede disfrutarse por capítulos sueltos —en la plaza, en el transporte, antes de dormir— o de corrido, como si se tratara de una función única que cambia de forma a medida que avanza. Y, aunque el soporte no es determinante, la experiencia resulta igual de viva en formato epub y pdf, donde se aprecia el ritmo de la oralidad, el efecto de las pausas, el guiño cómplice que invita a seguir. Quien busque una novela con clímax convencional puede sorprenderse; quien acepte la invitación a vagar por el conurbano textual de Saborido hallará un mapa emocional en permanente expansión.

Sinopsis de Una historia del conurbano

Si uno se guiara por la sinopsis oficial de Una historia del conurbano, encontraría probablemente un resumen que destaca la mezcla de episodios históricos reformulados, anécdotas de barrio y fantasías que nacen de la cultura popular. Pero más allá de cualquier descripción de contratapa, lo que se despliega es un catálogo afectivo de escenas: estaciones de tren como agujeros de gusano, esquinas en las que el tiempo se arremolina, clubes donde toda biografía encuentra refugio y relatos que cruzan el humor con la melancolía. El argumento de la novela Una historia del conurbano —entendiendo “novela” como trama que se arma por acumulación— no sigue una línea recta: avanza como lo hace una charla en una mesa larga, con desvíos iluminadores y conexiones inesperadas. Aparecen figuras insólitas que, sin pedir permiso, se incorporan a la vida cotidiana del conurbano: una Virgen que escucha pedidos imposibles, un astronauta ruso que cae como quien se toma el 60, rumores de dimensiones paralelas al borde de un descampado o el eco lejano de invasiones inglesas que se vuelven leyenda de barrio.

Los personajes, a veces con nombre propio y otras como tipos sociales, pueden ser el vecino que arregla todo con alambre, la madre que convierte cualquier obstáculo en una logística heroica, el hincha que funda la épica del club, el colectivero que es filósofo sin saberlo, el puntero que intercambia favores como si fueran figuritas, la adolescente que sueña con un escenario improbable, el jubilado que recuerda un mundo que tal vez nunca existió. En cada caso, Saborido arma escenas donde lo extraordinario brota de lo ordinario, y lo histórico se vuelve una anécdota más del barrio. El conurbano, así, no es un telón de fondo, sino un personaje coral cuya identidad se recompone en cada capítulo. Lo que mantiene unido el conjunto es la voz narradora, que reparte ironía y afecto, y una sensibilidad que detecta belleza en las sobras, lucidez en el caos y sentido en aquello que, a primera vista, parece no tener explicación.

Opinión personal sobre Una historia del conurbano

Esta reseña de Una historia del conurbano parte de una convicción: la obra consolida un modo de contar que Pedro Saborido ya había afinado en libros previos y en su trabajo audiovisual. Si en Una historia del fútbol y en Una historia del peronismo su estrategia consistía en hibridar mito popular, dato histórico y humor de observación, aquí esa mezcla alcanza una naturalidad notable. La opinión literaria sobre el volumen, entendida como evaluación del lenguaje, la estructura y el tono, encuentra un equilibrio difícil: el libro mantiene la chispa del gag y la ocurrencia, pero organiza ese material con una coherencia interna que evita el mero catálogo de chistes. Hay capítulos que, por su respiración y su remate, recuerdan la cadencia de Peter Capusotto y sus videos —ese cruce de absurdo y comentario cultural—, aunque aquí la voz narrativa se permite más matices, con silencios, nostalgias y una mirada que, aun cuando se ríe, cuida.

Como crítica del libro, vale señalar dos virtudes centrales. Primero, el oído: Saborido capta la música del habla popular sin caer en la caricatura hiriente. Sus giros, modismos y comparaciones tienen el brillo de lo escuchado en la calle, pero alcanzan una eficacia literaria que funciona en cualquier región. Segundo, la inteligencia estructural: cada pieza encuentra una razón de ser en el conjunto, como si el libro estuviera construido con la lógica de una ciudad periférica donde todo tiene una función, incluso aquello que parece sobrante. En tiempos de solemnidad cultural, la vitalidad de este enfoque —reír, pero para ver mejor— es una apuesta estética con contenido.

También hay márgenes donde el libro asume riesgos. En ciertas páginas el chiste se estira un poco más de lo necesario y la acumulación de guiños locales puede dejar afuera a lectores sin familiaridad con el conurbano bonaerense. Sin embargo, cuando esa densidad se vuelve demasiado específica, aparece un giro, una imagen o un personaje que vuelve a abrir la puerta, recordando que el humor —cuando es bueno— no necesita GPS para funcionar. Comparado con otras obras del género, donde la crónica costumbrista se resuelve en pintoresquismo, aquí se percibe un fondo reflexivo que eleva el conjunto: la risa como método de conocimiento, la exageración como vía para recuperar verdades emotivas, la fábula como traducción de tensiones reales. Y, en relación con la bibliografía del autor, la pieza dialoga con su “historia del peronismo” y su “historia del fútbol” como una tercera esquina: mismo barrio estético, otra perspectiva, igual lucidez.

Conclusión y recomendación de lectura

Una historia del conurbano es un libro que se disfruta a distintos ritmos y en múltiples registros. Quien busque una narración lineal con clímax y resolución encontrará, en cambio, una constelación de escenas que construyen sentido por acumulación y contraste. Quien se acerque por el humor hallará risas sostenidas y, a la vez, un trasfondo emotivo que dota de espesor a los chistes. Para lectores interesados en ensayos narrativos, crónicas urbanas o ficciones que estiran los bordes del realismo, la propuesta resulta estimulante y hospitalaria. Recomendado para admiradores del trabajo de Pedro Saborido en televisión y en libros previos; para quienes crecieron o transitan el conurbano y desean verse reflejados sin condescendencia; para lectores que disfrutan de una prosa oral, rítmica y cálida; para docentes y estudiantes de comunicación, sociología o artes que quieran un texto fértil en escenas, discursos y representaciones; y para curiosos de cualquier latitud que acepten la invitación de un viaje narrativo donde el mapa se dibuja a medida que se camina. Es un título ideal para leer de corrido o por capítulos, en voz alta o en silencio, en papel o en digital, con la seguridad de que la experiencia se sostiene más allá del soporte: lo importante es dejarse guiar por esa voz que transforma la periferia en centro, y la anécdota de esquina en literatura con corazón y cabeza.


Raquel es licenciada en Periodismo en la UCM. Desde pequeña, ha sido una ávida lectora y siempre ha disfrutado de sumergirse en mundos imaginarios a través de las páginas de un libro. Además, le encanta explorar nuevos lugares y culturas, y ha tenido la oportunidad de viajar a varios países en diferentes continentes. Actualmente, trabaja como redactora web y sigue descubriendo nuevos libros y lugares fascinantes.