Resumen de Y los hipopótamos se cocieron en sus tanques
En la novela “Y los hipopótamos se cocieron en sus tanques”, escrita por William S. Burroughs y Jack Kerouac, los lectores son transportados al Nueva York de 1944 a través de las voces narrativas de Will Dennison y Mike Ryko, alter egos de Burroughs y Kerouac, respectivamente. Este relato nos sumerge en el día a día de un grupo de amigos que viven al margen de la sociedad, con escaso trabajo, sueños literarios y artísticos, y una existencia marcada por la precariedad y la bohemia.
Los personajes principales, incluyendo a Phillip Tourian, que es el joven y hermoso objeto de afecto del mayor Ramsay Allen, se mueven en un mundo de relaciones entrecruzadas, amor no correspondido y desenfreno juvenil. La historia se torna oscura cuando el personaje de Tourian, basado en el joven Lucien Carr, asesina a Ramsay Allen, representación de David Kammerer, tras años de una obsesión perjudicial que Kammerer tenía hacia él. El incidente culmina con Carr arrojando el cadáver de Kammerer al río Hudson y buscando la ayuda de sus amigos Burroughs y Kerouac, envolviéndolos en un pacto de silencio y complicidad.
La obra se construye como una narración casi periodística, con una neutralidad fría que no juzga a los personajes ni sus acciones, sino que simplemente presenta los hechos tal como ocurren. La novela lleva consigo toda la tensión de una historia de crimen real, mezclada con los matices de un manuscrito perdido de la generación beat.
Sinopsis de Y los hipopótamos se cocieron en sus tanques
Escrita en un tono desapasionado y directo, “Y los hipopótamos se cocieron en sus tanques” relata episodios de la vida de un grupo de amigos atrapados en la cotidianidad del Greenwich Village de la época de la posguerra. Ryko y Dennison comparten sus experiencias personales y observaciones sobre sus contemporáneos, desplazándose entre bares, apartamentos y las calles de un Nueva York aún no tocado por la fama que alcanzarían posteriormente como íconos de la contra cultura.
El libro detalla las interacciones de este círculo de conocidos, donde los encuentros sexuales ocasiones, la búsqueda de dinero para subsistir y los planes compartidos conforman el tejido de su realidad. A lo largo de los capítulos, vamos descubriendo las motivaciones y secretos de los personajes, especialmente la complicada relación entre Tourian y Ramsay Allen.
La trama se intensifica con el asesinato de Allen a manos de Tourian, quien, en un intento de liberarse del control posesivo del otro, toma una decisión drástica. Este acto violento se convierte en el eje alrededor del cual giran los sucesos posteriores, con una atmósfera que recuerda a una historia de detectives envuelta en los dilemas morales y la culpa. Burroughs y Kerouac juegan con la ficción y la realidad, entrelazando sus propias vidas y las del círculo de amigos que los rodeaban en esos días.
La novela, escrita poco después del suceso real, permaneció inédita hasta después de la muerte de Lucien Carr en 2005, lo que confiere a la obra una capa adicional de misticismo y autenticidad como documento histórico de la era beat.
Opinión personal sobre Y los hipopótamos se cocieron en sus tanques
“Y los hipopótamos se cocieron en sus tanques” es una obra que destila la esencia de una era literaria revolucionaria. La colaboración entre Burroughs y Kerouac resulta fascinante, tanto por las figuras literarias involucradas como por el temprano vistazo a sus estilos narrativos en desarrollo, que luego definirían al movimiento beat.
La forma en la que los autores deciden abordar los eventos del verano de 1944 es cruda y desapegada, reflejando su desinterés por la moralidad convencional y su atractivo hacia la existencia en el límite. Esta perspectiva se alinea perfectamente con las características que posteriormente serían tan celebradas en la obra de ambos escritores, como la búsqueda de libertad, el rechazo a las normas sociales y la exposición sin pudor de las complejidades del alma humana.
Otro aspecto interesante de la novela es la alteridad que ofrecen los autores al adoptar pseudónimos, lo que permite una exploración más abierta y menos inhibida de sus personalidades y las de las personas a su alrededor. La trágica historia entre Tourian y Allen, basada en el real vínculo tumultuoso entre Lucien Carr y David Kammerer, se siente como un anticipo de los temas de oscuridad y decadencia que ambos autores explorarían más plenamente en sus trabajos posteriores.
Aunque el libro puede resultar perturbador por su tema subyacente y la falta de sentimentalismo en la narrativa, es precisamente este estilo directo y sin adornos lo que lo convierte en una fascinante cápsula del tiempo. Como lector, es difícil no verse atrapado en la atmósfera época capturada por los autores, ofreciendo una inmersión en los inicios de una de las corrientes culturales más influyentes del siglo XX.
En resumen, “Y los hipopótamos se cocieron en sus tanques” es una lectura esencial para aquellos interesados en la generación beat, la historia literaria, o simplemente en una narrativa honesta y sin cortapisas que aborda la realidad de una manera cruda y realista. Este libro no sólo constituye una obra literaria notable sino que también actúa como un testimonio preservado de un tiempo y un lugar particular, y de unos jóvenes escritores al cuspide de su fama literaria. Este retrato honesto y sin concesiones de juventud y violencia refleja un mundo donde los hipopótamos, como los deseos y sueños de una generación, se cocieron en sus propias ambiciones y excesos.