Ser una viuda joven no es nada fácil y menos si tienes que hacerte cargo de dos pequeños niños en completa soledad, Gala tiene que salir adelante en esta situación y para colmo la depresión también se ha empeñado en instalarse en su vida.
La ayuda de sus amigos resulta muy valiosa para ella en su día a día dado a que su suegro es un mandamás que no está dispuesto a ponerle las cosas fáciles, para colmo todo se va a complicar más cuando el amor vuelva a tocar a su puerta para tratar de aclarar toda la gris tonalidad que su corazón adquirió.