La culpa no es de los años, que no son tantos. Serán los desengaños. El caso es que a Poe el tiempo ha empezado a pesarle demasiado. Por eso se quitará la vida. El 6 de enero. Ni antes ni después. Pero es difícil sobrevivir en Madrid en Navidad cuando te has quedado sin dinero ni ganas de vivir. Un empleo eventual como rey mago en unos grandes almacenes permitirá a Poe entrar en contacto con unos compañeros con los que emprende un viaje delirante por una España que intenta curarse las frustraciones a golpe de marisco y cava (o champán, según el caso):Talego, un viejo atracador de bancos que en sus buenos tiempos fue el enemigo público número 3; Mustafá, un inmigrante que hace décadas alcanzó Europa cargado de sueños y qu…