Estirada, correcta, Olivia Lambruscini siempre ha sido tratada como una niña rica y mimada. Educada en los mejores internados ha vivido toda su vida protegida… O eso es lo que todo el mundo cree. No es fácil mantener día a día la farsa, ni mucho menos sucumbir a las demandas de su controlador padre, pero es más seguro, y ella piensa que es una maestra en el arte del engaño.
Pero Andreas estaba a punto de demostrarle que más que una envidiable princesita de cuento de hadas no era más que otra Rapunzel encerrada dentro de una lujosa torre. Necesita a alguien para ayudarla, defenderla. Y él puede hacerlo. Sin embargo, ella está decidida a aferrarse a su orgullo, sabe demasiado bien que un banquero nunca da nada a cambio de nada.
«Chica lista».
Desgraciadamente para ella, él tiene el destino de su hermana en sus manos, y reemplazar a una tímida Cenicienta por una malcriada princesa y transformar su hielo en fuego resultaba demasiado tentador.
Andreas Conte es la mismísima encarnación de un Príncipe Encantador, el sueño de cuento de hadas de cualquier mujer: alto, atractivo, poderoso, un caballero moderno. Él es perfecto en todos los sentidos, casi demasiado perfecto.
Pero Olivia sabe de buena mano que Andreas no es un caballero. De hecho, no es un buen hombre en absoluto. Insensible y manipulador, es la clase de hombre que no solo acostumbra a romper las reglas, sino que hace las suyas. Un mujeriego acostumbrado a conseguir lo que quiere, utilizando cualquier método disponible, y lo que quiere ahora es a su hermana Katherine. Ella no lo permitirá, aunque para ello tenga que intercambiarse con ella y dejar que la arruine en la más bella e imaginable forma.