En “El baile y el incendio”, Daniel Saldaña París nos presenta el reencuentro de tres amigos de la adolescencia en Cuernavaca. Natalia, Erre y Conejo se encuentran después de años sin verse y sus viejas amistades y anhelos salen a flote a medida que se enfrentan a su presente. A lo largo de la novela, se exploran temas como la sexualidad, las relaciones paternofiliales, la búsqueda de identidad y la creatividad. Todo esto ocurre en un contexto cada vez más inquietante, ya que la zona está siendo asolada por incendios que hacen que el aire sea irrespirable y genera una sensación de incertidumbre.
El baile ocupa un lugar importante en la novela, especialmente la Hexentanz, la danza de la bruja creada por la bailarina expresionista Mary Wigman. Los personajes ensayan la coreografía de Natalia, y se mencionan las extrañas epidemias de danza de la Edad Media, que podrían repetirse en la ciudad de Cuernavaca. Este baile se convierte en una metáfora de las tensiones y deseos que experimentan los personajes, así como de su necesidad de buscar una salida a sus crisis existenciales.
Cuernavaca, la ciudad bajo el volcán de Malcolm Lowry, adquiere un protagonismo especial en la novela. Entre la realidad y el mito, la ciudad se convierte en un espacio cada vez más inquietante del que los personajes tal vez deberían marcharse mientras puedan. A lo largo de la novela, se mencionan las obras literarias de Lowry e incluso los lugares que frecuentaba Mingus, quien murió en Cuernavaca.
“El baile y el incendio” es una novela que explora de una manera muy personal los temas universales de la amistad, el amor, la sexualidad y la búsqueda de identidad en un mundo cada vez más caótico. La prosa de Saldaña París es sutil y evocadora, y su utilización del baile como metáfora es especialmente acertada. Esta novela es una adición significativa a la literatura mexicana contemporánea y será especialmente atractiva para aquellos interesados en la exploración de la identidad y la creatividad.