Ellas le contaron todo. Él contó todo a los demás. En innumerables almuerzos en Manhattan, en los que los martinis no podían faltar, ellas le compartieron sus secretos más profundos y sus mayores temores. Yates navegando por el Mediterráneo, jets privados con destino a Jamaica, playas paradisiacas del Yucatán, y bahías aisladas y exclusivas eran los escenarios donde cotilleaban sobre el sexo, el poder, el dinero, el amor y la fama, sin imaginar queél las traicionaría.