Ardilla era una ardilla muy simpática que vivía en un árbol enorme. Le encantaba asomarse por la ventana y ver cómo cambiaban las estaciones. Durante el verano, su árbol estaba completamente cubierto de hojas verdes y frescas que se movían con la brisa cálida. En otoño, las hojas comenzaban a cambiar de color, pasando de verde a marrón, amarillo y rojo. Ardilla se emocionaba cada vez que veía la transformación de su hogar. Sabía que el otoño significaba que el invierno estaba cerca, pero eso no le importaba. Ardilla estaba emocionada por el cambio en la naturaleza, lo encontraba interesante y hermoso.
Sin embargo, un día Ardilla despertó para encontrar que todas las hojas del árbol habían desaparecido. No podía creer lo que veía. ¿Dónde habían ido todas las hojas? ¿Las había perdido por completo? Ardilla estaba triste y enojada al mismo tiempo. ¿Quién había venido a robar todas sus hojas?
Ardilla decidió investigar y preguntar a sus amigos. Fue entonces cuando descubrió que las hojas habían caído del árbol como parte del ciclo natural de las estaciones. Comenzó a entender que el cambio de las estaciones era algo que sucedía cada año y que era parte de la vida de un árbol.
Desde entonces, Ardilla comenzó a ver el cambio de las estaciones de una manera diferente. En lugar de enojarse por la pérdida de sus hojas, se emocionaba por el comienzo de una nueva temporada. Descubrió que había muchas cosas nuevas que ver y aprender en cada estación.
Lo más interesante de todo es que Ardilla se hizo amiga del ladrón de hojas. Este era un pequeño ratón muy astuto, que siempre andaba buscando hojas para llevar a su hogar. Ardilla se dio cuenta de que el pequeño ratón no estaba robando hojas por malicia, sino que lo hacía para construir su hogar y mantener a su familia segura y cómoda durante el invierno.
Ardilla decidió ayudar al ratón, recolectando hojas extra para que el ratón también pudiera construir su hogar. A cambio, el ratón le enseñó mucho sobre la naturaleza y el cambio de las estaciones. Ardilla aprendió a apreciar cada una de las estaciones y a entender que todo en la naturaleza tiene un propósito.
En resumen, la historia de Ardilla y el ladrón de hojas es una historia sobre el cambio de las estaciones y el ciclo de vida de los árboles. Nos enseña que la naturaleza es sabia y que todo lo que sucede tiene un propósito. Nos invita a ver la belleza en cada estación y a apreciar cada parte del ciclo de vida de la naturaleza. Por eso, si quieres aprender más sobre el cambio de las estaciones, acompaña a Ardilla y al ladrón de hojas en esta aventura. Aprenderás cosas interesantes y te enamorarás aún más de la naturaleza.
Raquel García
Raquel es licenciada en Periodismo en la UCM. Desde pequeña, ha sido una ávida lectora y siempre ha disfrutado de sumergirse en mundos imaginarios a través de las páginas de un libro. Además, le encanta explorar nuevos lugares y culturas, y ha tenido la oportunidad de viajar a varios países en diferentes continentes. Actualmente, trabaja como redactora web y sigue descubriendo nuevos libros y lugares fascinantes.
