Amelia está desesperada. Su nuevo jefe, Robert Hardy, resulta ser no solo frío y arrogante, sino también dominante y exigente. A pesar de esto, Amelia no puede evitar sentirse atraída por su aspecto que parece sacado de una revista de moda.
El primer día de trabajo, Amelia entra en su nueva oficina y se encuentra con una escena que la paraliza. Robert está sentado detrás de su escritorio y la mira directamente a los ojos. La tensión en el aire es insoportable y Amelia puede sentir el corazón latir con fuerza en su pecho.
“No le cuentes a nadie acerca de lo que pase aquí adentro, jamás”, dice Robert con voz ronca y profunda. Amelia asiente sin decir una palabra, sin saber lo que le espera en su nuevo trabajo.
Los días pasan y la relación entre Amelia y Robert se vuelve más tensa. Robert no deja de hacerle demandas imposibles y Amelia comienza a sentirse atrapada en su puesto de trabajo. Sin embargo, a pesar de todo esto, Amelia no puede evitar sentirse atraída por Robert y su impresionante belleza.
Un día, Robert le pide a Amelia que se quede después de trabajar. Amelia está nerviosa, pero no puede decir que no a su jefe. Robert le pide que se siente frente a él y comienza a hacerle preguntas personales. Amelia se siente incómoda, pero no puede evitar sentirse atraída por Robert.
De repente, Robert se levanta de su escritorio y se acerca a Amelia. La agarra por la cintura y la besa apasionadamente. Amelia no puede resistirse y se deja llevar por el momento.
A partir de ese momento, la relación entre Amelia y Robert se vuelve más complicada. Amelia se siente dividida entre su trabajo y su relación con su jefe. A pesar de todo esto, Amelia no puede evitar sentirse atraída por Robert y su estilo de vida emocionante.
En su oficina de Mia Faye, Amelia descubre que la pasión y el romance pueden ser más complicados de lo que nunca imaginó. La atracción entre ella y Robert es fuerte, pero ¿podrán superar todos los obstáculos que se interponen en su camino? Solo el tiempo lo dirá.