Ricky es el dueño de un taller de chapa y pintura, y está perdidamente enamorado de Lucía, la hermosa joven que trabaja como peluquera frente a su establecimiento. Él no puede evitar tartamudear cuando habla con ella, porque su amor es tan fuerte que le hace sentir inseguro. Esa chica es mía, la novela de Aitor Ferrer, es una historia de amor en pleno siglo XXI que nos conmueve con su ternura y nos hace reflexionar sobre las relaciones amorosas actuales.
La trama se desarrolla en una pequeña ciudad donde todos se conocen, por lo que ni Ricky ni Lucía pueden mantener su amor en secreto. Aunque la joven no parece corresponderle al principio, poco a poco va ablandando su corazón y se da cuenta de que el apuesto dueño del taller es más de lo que ella esperaba.
Lo que hace diferente esta historia de amor es su enfoque realista. Los personajes de la novela no son los típicos tópicos de las comedias románticas, sino que son personas comunes y corrientes, con problemas reales que deben enfrentar. La obra de Ferrer toca temas actuales como el acoso laboral, la inseguridad personal, el miedo al compromiso y el rechazo social, presentándolos de forma cruda y real, sin estereotipos ni clichés.
Aunque la novela es eminentemente romántica, también hay cabida para la comedia. Las situaciones cómicas se dan cuando Ricky siente tanta presión por conquistar a Lucía que comete errores garrafales, como mandarle mensajes de texto equivocados o tartamudear en las conversaciones con ella. Estas situaciones alivian la tensión y nos hacen reír, identificarnos con los personajes y sentirnos más cerca de ellos.
La escritura de Ferrer es ágil y sencilla, con una prosa natural y fácil de entender. El autor utiliza el presente como tiempo verbal, lo que le da un toque de inmediatez y frescura a la historia. Los diálogos también son fluidos y realistas, consiguiendo que los personajes parezcan estar hablando directamente con el lector.
Además, la novela cuenta con unos personajes secundarios muy bien construidos, como la mejor amiga de Lucía, que también tiene una historia de amor que contarnos, o la familia de Ricky y su equipo de trabajo en el taller, que le brindan su apoyo incondicional en todo momento.
En definitiva, Esa chica es mía es una novela que nos recuerda que el amor no es fácil, pero que puede superar cualquier obstáculo si se lucha por él. Una obra que nos hace sentir cómo palpita el corazón de Ricky cada vez que ve a Lucía, y que nos hace sonreír con sus momentos cómicos. Una novela llena de pasión y ternura que no dejará indiferente a nadie y que será recordada durante mucho tiempo.