¿Qué tiene que ver el amor con esto?
Su vida era una canción de Tina Turner. Durante toda su vida, a Celia Lynton le habían dicho que no podía casarse por amor, que el matrimonio debía ser un contrato de negocios, que los hombres pobres solo buscaban la fortuna de la familia, bla-bla-bla. Pero ahora, no hay fortuna. Solo hay deudas y la urgencia de encontrar una manera de pagar la matrícula de su hermano menor en una escuela que pueda atender sus necesidades especiales. Así que sí, habrá un matrimonio. Uno de conveniencia. Tal y como querían sus padres. Se casará con un futuro conde escocés —un futuro conde muy rico—, y su hermano podrá ir a la escuela. Solo hay un problema: Celia está enamorada de otro hombre.