La felicidad y otras historias, considerado como uno de los libros mejores de la irlandesa Mary Lavin (1912-1996), está compuesto por cinco cuentos: Felicidad, El jardinero nuevo, Una tarde, Un mero accidente y El niño perdido. La autora explora la complejidad de las relaciones familiares y también personales de una serie de personajes, aparentemente sin grandes problemas, pero todos ellos con alguna fisura o herida del pasado que la autora muestra con delicadeza.
Sus tramas se desarrollan en el ámbito de lo cotidiano, en el seno de familias normales inmersas generalmente en una fuerte atmósfera religiosa con connotaciones del catolicismo irlandés del siglo XX, y casi siempre en íntima conexión con la naturaleza, elemento que adquiere gran relevancia en alguno de estos cuentos, especialmente en El jardinero nuevo, narración de exquisita sensibilidad.
Lavin escribe con sobriedad estilística, sin estridencias y sin recurrir a efectos especiales y es esa maestría en la prosa sencilla y diáfana, a veces con matices simbolistas, lo que hace que sus relatos ofrezcan una gran belleza serena, a veces inquietante. La maternidad y su ausencia, la imperfección, el amor, las diferencias religiosas de una pareja o el desdichado fracaso de un sacerdote se convierten en manos de su autora en piezas de gran calado humano ya que presta mucha importancia a la sutileza de un dialogo, a un detalle, un gesto o un recuerdo olvidado.
La elegancia, la agudeza en la mirada y la compasión con el ser humano es uno de los rasgos de esta escritora ya conocida con su colección En un café, publicado en 2018 (hay reseña en Troa) y que vuelve a mostrar en cada uno de estos cinco relatos su calidad narrativa. De ella ha afirmado Joyce Carol Oates que es “Una de las mejores autoras de cuentos del siglo XX.”. Literatura en estado puro.