Charlotte era bella, inteligente y una chica inalcanzable para mí, yo era popular y todo, pero ella me odiaba, me considera un egoísta mandón y tal vez tenía razón, pero aún así ella decidió ayudarme con las clases de literatura en las que ella lo sabe todo y yo soy muy malo.
Un martes todo cambió entre los dos y es que le di un tierno beso que no le fue indiferente, pronto cientos de besos profundos nos unieron y los dos éramos felices, pero de pronto, un martes antes de terminar el semestre, ella se marchó de mi vida y no dio explicaciones, sin embargo, ahora que han pasado siete años ha regresado y la tengo fente a mí, no podía estar más emocionado, pero lo mejor de todo es que hoy es martes…