Ambientado hacia los años cincuenta y pico, en primera persona relato el heterogéneo acontecer emocional de un joven veinteañero y sin familia, pudiendo asegurar que pormenorizar esas vivencias me ha hecho rejuvenecer como si viviera cada andanza y campeadora tumbaranza que envidiaría un polígamo soñador, descubriendo una insospechada didáctica reciprocidad no intuida de un amor de por vida, sin el menor atisbo de violencia.En definitiva, intenta ser un canto bien timbrado a la excelsitud que desde niña tiene la mujer.