Su vida es contada en el libro “La directora de orquesta”, la biografía de Antonia Brico escrita por la autora Theresia Enzensberger, que narra la lucha de esta mujer por demostrar que las mujeres eran capaces de dirigir grandes orquestas.
Antonia Brico: la primera directora de orquesta
Antonia Brico nació en Rotterdam en 1902, hija de padres holandeses e italianos. Desde muy joven, mostró una gran pasión por la música, lo que la llevó a estudiar violín y piano. En 1923, se mudó a los Estados Unidos para estudiar música en la Universidad de California en Berkeley y, más tarde, en la Universidad de Nueva York.
A pesar de la discriminación de género en la música en ese momento, Antonia decidió seguir su sueño de convertirse en directora de orquesta. En 1926, se postuló para estudiar dirección de orquesta en la Academia de Música de Berlín, pero le fue denegada su solicitud debido a su género. Entonces, Antonia decidió tomar lecciones privadas de dirección de orquesta con el maestro alemán Karl Muck.
Después de algunos años de estudio, Antonia regresó a los Estados Unidos y comenzó a dirigir pequeñas orquestas. En 1938, fue la primera mujer en dirigir la Orquesta Filarmónica de Berlín, una de las orquestas más prestigiosas del mundo. Pero su carrera no estuvo exenta de discriminación y dificultades, especialmente debido a su género.
La vida personal de Antonia Brico
Además de su lucha por la igualdad de género en la música, Antonia Brico también tuvo una vida personal complicada. En el libro “La directora de orquesta”, se narra su relación con Frank Zappa, quien fue su alumno en una clase de música. Zappa describió a Brico como una mujer fuerte y decidida, que fue una gran influencia en su vida y carrera musical.
Antonia también mantuvo una relación amorosa con una mujer llamada Mary Frances. Debido a la discriminación de género y orientación sexual en la época, su relación fue considerada inapropiada y nunca fue aceptada por su familia.
El legado de Antonia Brico
Antonia Brico falleció en 1989 a la edad de 87 años, pero su legado ha dejado una huella importante en la historia de la música. Gracias a su perseverancia y dedicación, abrió el camino para muchas mujeres que después de ella han dirigido grandes orquestas en todo el mundo.
En 2009, se creó la Fundación Internacional Antonia Brico para apoyar a las mujeres que desean convertirse en directoras de orquesta y para promover su legado en la música. También se ha creado un festival anual de música en su honor.
La vida de Antonia Brico es una prueba de que los sueños pueden convertirse en realidad, incluso cuando la sociedad parece estar en contra. Su perseverancia y dedicación a su pasión dejaron un legado importante para la igualdad de género en la música y para todos aquellos que luchan por alcanzar sus metas.