Lady Marianne Aldridge es la hija de los marqueses de Kent y para su mala suerte sabe que no le espera otro futuro más que el de casarse a la fuerza con el misterioso duque de Ruthland, pero nadie esperaba que el día de su boda su marido iba a sacarla a rastras de la iglesia para llevarla a encerrar a la mansión ducal.
Para Lady Marianne esta había sido la peor humillación de todas y más porque su marido la abandonó a su suerte para marcharse sin decir a dónde, por suerte la joven no se tiró a llorar y sabía que debía seguir adelante con su vida, ahora han pasado cinco años y ella hizo un excelente trabajo al hacerse cargo del ducado de Ruthland porque se ha ganado el respeto de los arrendatarios y de campesinos.
Cuando el duque regresó no podía creer que su esposa haya hecho todo eso sola en pocos años y a pesar de que venía dispuesto a destruirla y deshacerse de ella, tendrá que replantearse sus planes, pues es ella quien tiene todas las armas para destruirlo primero.