Si eres un amante de la novela negra, no puedes perderte “La jaula de sal”, la emocionante obra de Ibon Martín. En esta ocasión, el autor nos lleva de vuelta a Pasaia, donde el terror vuelve a atacar al pueblo marinero dos años después de la captura del Sacamantecas.
El crimen que esta vez llega al faro de la Plata no parece fruto del azar: la elección de la víctima y el lugar donde se cometió sugieren que el asesinato fue premeditado. La firma que el asesino deja en el cuerpo de la víctima provoca inquietud y temor, ya que todo parece apuntar a que algo más siniestro está pasando.
La novela se caracteriza por una trama bien construida y una tensión constante que mantendrá al lector atrapado desde el principio. Ibon Martín logra, una vez más, tejer una historia llena de giros y sorpresas, que no deja de lado el realismo y la crudeza de situaciones.
Además, los personajes son auténticos y cada uno de ellos tiene un papel importante que desempeñar en la novela. El detective encargado de la investigación, Ane Cestero, es un personaje fuerte y complejo, con una historia que la hace más humana y cercana al lector. Otros personajes secundarios como el sacerdote Basajaun, la periodista Lía o el propio asesino, tienen su propio espacio en la historia y contribuyen al desarrollo de la trama.
La ambientación en el pueblo costero hace que los personajes se integren naturalmente en el paisaje y se sumergen en la cultura vasca, lo que da una sensación de autenticidad a la historia. La prosa del autor, rica en matices, envuelve al lector y lo hace sentir en el mismo escenario que los personajes.
Así que no lo dudes más, “La jaula de sal” es una novela de asesinatos y misterios que te dejará en vilo hasta la última página. Si eres fanático de la novela negra, este es el libro que debes leer.