La Mafia es conocida por ser una organización criminal, pero pocos saben que los mafiosos también son conocidos por preparar banquetes con el mismo esmero que planifican sus crímenes. Desde sus inicios, la Honorable Sociedad se ha reunido en torno a los manteles para celebrar aniversarios, éxitos o consolidar estrategias. En el libro de La Mafia se Sienta a la Mesa, se describen las comidas que ocupan un lugar preponderante en la gastronomía mafiosa. Entre los banquetes más destacados se encuentra la celebración organizada por el desembarco de Garibaldi en Marsala en 1860 y la que conmemoraba la “toma” del Bronx por Maranzano.
Durante estas reuniones, los nombres de Mussolini, Roosevelt o Churchill se mezclan con los de don Vito, Calogero Vizzini o Lucky Luciano, en un ambiente que es todo menos aburrido. El libro ofrece información sobre los menús, las recetas y los vinos de los festines mafiosos más relevantes, lo que satisfará a los amantes de la gastronomía.
Los Secretos de la Gastronomía Mafiosa
La gastronomía mafiosa es una mezcla de platos italianos y sicilianos, gracias a las raíces de los miembros de la organización. El secreto de una cena mafiosa radica en la calidad y variedad de los ingredientes, que son cuidadosamente seleccionados. La “cucina povera” o cocina pobre, es la base de muchos de los platos, ya que éstos se originaron en zonas rurales donde la gente tenía que ingeniárselas para obtener comida.
Los banquetes mafiosos se caracterizan por tener platos abundantes y bien preparados. La pasta es uno de los alimentos más comunes en la gastronomía mafiosa. La pasta con salsa de tomate es un plato básico y familiar que nunca falta en las mesas de la Mafia. El ragú o salsa boloñesa, la lasaña y los canelones son otros platos populares.
La pizza, otro imprescindible en la gastronomía italiana, también está presente en los banquetes mafiosos. La pizza de la Mafia es diferente a la que estamos acostumbrados, ya que tiene una masa fina y crujiente, con pocos ingredientes por encima. La pizza Margherita es una de las preferidas de los mafiosos.
La carne es otro componente fundamental en la dieta mafiosa. Los platos de carne más populares son la porchetta y la involtini, que es una especie de “rollito” de carne relleno de queso y prosciutto. El asado es otro plato que no falta en los banquetes de la Mafia.
Por último, los postres también ocupan un lugar importante en la gastronomía mafiosa. El tiramisú, la panna cotta, la cassata siciliana y el cannoli son algunos de los postres más populares. La cassata siciliana es un pastel típico de Sicilia, que se prepara con queso ricotta y frutas confitadas, y cubierto con una capa de mazapán.
Los Vinos de los Festines Mafiosos
El vino es otro componente esencial de los banquetes mafiosos. Los mafiosos son muy exigentes a la hora de elegir los vinos que acompañan sus comidas. El vino tinto es el más consumido entre los miembros de la Mafia, y el más apreciado es el Barolo, que es un vino producido en la región del Piamonte.
El Chianti es otro vino tinto muy valorado por los mafiosos. Es producido en la región de Toscana y tiene una graduación alcohólica de entre 12 y 14 grados. Este vino se caracteriza por su sabor seco y su aroma a frutas y especias.
El Lambrusco, producido en la región de Emilia-Romaña, es considerado el vino de los jóvenes. Este vino tinto espumoso es ideal para un ambiente festivo y relajado. También se suele tomar con aperitivos y platos ligeros.
Conclusiones
En definitiva, la gastronomía mafiosa es una mezcla de platos italianos y sicilianos, que refleja la cultura y las tradiciones de los miembros de la Mafia. Los banquetes mafiosos son famosos por su abundancia y la calidad de sus ingredientes. Los mafiosos son muy selectos a la hora de elegir los vinos que acompañan sus comidas, y el Barolo es la variedad más apreciada. Si eres un apasionado de la gastronomía y la historia, La Mafia se Sienta a la Mesa es un libro que no te puedes perder.