La tercera obra del narrador, actor y cineasta Boris Quercia, “La Sangre No Es Agua”, sigue las aventuras del famoso detective Santiago Quiñones. En esta ocasión, Quiñones se enfrenta a una serie de desafortunados eventos: tomar una difícil decisión sobre el esposo de su madre, encontrarse con un medio hermano desconocido, enfrentarse a una peligrosa red de narcotraficantes chinos, y hacer frente a un grupo de ultraderecha que busca erradicar la inmigración.
Al igual que en sus trabajos anteriores, “Santiago Quiñones, tira” y “Perro Muerto”, Boris Quercia retrata a un personaje principal carismático y errático, que no puede dormir y se mete en los oscuros recovecos del sistema mientras navega entre equivocaciones y amores fallidos.
El éxito de la serie de Santiago Quiñones se ha construido en gran medida sobre el personaje principal. Es un detective que ha visto cosas que le han impedido conciliar el sueño, por lo que ha tomado la costumbre de recorrer la ciudad de Santiago de Chile por la noche. Su solitaria rutina lo lleva a sumergirse en los oscuros detalles de la vida nocturna y de las personas que la habitan. En “La Sangre No Es Agua”, Quiñones hace frente a una serie de situaciones difíciles que prueban su ingenio y su entereza.
Una de las tramas más interesantes de la historia involucra una red de narcotraficantes chinos que operan en Santiago de Chile. Quiñones es arrastrado a este mundo peligroso cuando un amigo de su madre se mete en problemas con ellos. Esto lo lleva a enfrentarse a una serie de peligrosos enemigos en pro de ayudar a su familia.
Otra trama importante involucra el descubrimiento de un medio hermano que Quiñones no sabía que existía. El nuevo hermano ha llegado a la ciudad para encontrar a su familia biológica y Quiñones debe tomar la decisión de si desea o no forjar una relación con él.
Por último, Quiñones se enfrenta a un grupo de ultraderecha que busca erradicar la inmigración. Este grupo amenaza a muchos de los amigos de Quiñones y lo obliga a tomar medidas drásticas para detenerlos.
En conjunto, las tramas de “La Sangre No Es Agua” funcionan bien juntas para hacer una historia coherente y emocionante. Boris Quercia ha creado otro éxito con esta adición a la serie de Santiago Quiñones.