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Resumen
“La última Mona Lisa” transcurre entre hechos históricos y ficción, poniendo el foco en el notorio robo de una de las
pinturas más famosas del mundo y sus consecuencias a lo largo del tiempo. La novela parte de un evento real:
el hurto de la Mona Lisa del Louvre en 1911, perpetrado por Vincenzo Perugia, un ladrón que buscaba “devolverla”
a Italia. Sin embargo, la narrativa gana en complejidad cuando se sugiere que tal vez había más de una Mona Lisa.
Años más tarde, en el tiempo contemporáneo, Luke Perrone, un historiador del arte, descubre que su bisabuelo no era
simplemente un ladrón glorificado, sino que era parte de un misterio mayor. Con la ayuda de un diario que
encuentra, da rienda suelta a una obsesión que le llevará a adentrarse en la comunidad del arte y enfrentarse a
falsificadores, sicarios y coleccionistas sin escrúpulos, todos dispuestos a todo por poseer la obra de arte más
célebre de Leonardo da Vinci.
Con un ritmo trepidante, la historia de Luke Perrone alterna con narraciones retrospectivas de Vincenzo Perugia,
revelándose poco a poco las conexiones entre pasado y presente. Esto provoca que Luke no sólo ponga en peligro su
carrera sino su propia vida en su búsqueda por descubrir la verdad detrás de esos eventos centenarios y sus
resonancias en la actualidad.
Sinopsis
En 1911, Vincenzo Perugia ejecuta lo que sería uno de los robos más audaces y deliberados de la historia: sustrae la
Mona Lisa del Museo del Louvre. Sin embargo, lo que aparenta ser un acto de patriotismo se ve envuelto en especulaciones
de copias ocultas y motivos más oscuros. El robo de la Mona Lisa se convierte en un misterio metahistórico, el cual
toca a su nieto Luke Perrone más de 100 años después.
Al dar con el diario de Vincenzo y sumergirse en sus secretos, Luke se embarca en un viaje a través de Europa, donde
encontrará aliados y adversarios en su búsqueda. A medida que toma forma la posibilidad de que exista una Mona Lisa
previa al cuadro que conocemos, las capas de la verdad se pelan una tras otra en una persecución que trasciende la
admiración por el arte para adentrarse en el reino de la obsesión.
La sinopsis invita a una exploración artística y psicológica, así como a un juego de persecución, donde lo que está en
juego es ni más ni menos que la autenticidad de la Mona Lisa y los principios que definen las obras maestras. Todo ello,
enmarcado en la perspicacia y la prosa cuidada de Santlofer, propone una narrativa que no solo es un thriller de arte,
sino también un comentario sobre la percepción de la historia y la verdad en el arte mismo.
Opinión Personal
“La última Mona Lisa” es una novela poderosa que logra fusionar la tensión característica de los thrillers
con una erudita disertación sobre el arte. Santlofer, con habilidad de un consumado artista, esculpe personajes
y situaciones que se graban en la memoria del lector y orienta un relato que es tanto una lección de historia como
un enigma por resolver.
El personaje de Luke Perrone es una creación excepcional; su arco narrativo, al igual que el de Vincenzo Perugia,
actúan como hilos conductores en la rica tela que Santlofer teje. Este juego de espejos entre pasado y presente
proporciona una experiencia de lectura enriquecedora, donde las fronteras temporales se difuminan en pos de una
historia trascendental.
El contexto histórico está presentado con tal precisión que uno puede casi sentir la tensión del momento en que se
efectuó el robo, así como la pasión que destilan los entusiastas y profesionales del arte en el presente. Esto,
sumado a las descripciones vívidas de las locaciones, desde los corredores silenciosos del Louvre hasta las calles
empedradas de Florencia, contribuye a una ambientación magistral.
En última instancia, la novela es un testamento de la importancia del arte en la historia humana y de cómo nuestras
propias historias se entretejen a través de objetos hermosos que trascienden el tiempo. Jonathan Santlofer otorga
con “La última Mona Lisa” una obra que no solamente entretiene, sino que educa y emociona, confirmando que el arte y
la narrativa siempre serán reflejos inextricables de nuestra humanidad.