Todos los días desde que amanece y hasta la medianoche, el metro de Londres se llena de música y color en la estación de St Paul´s y es ahí donde parada en un semicírculo pintado en el suelo, entre el puesto de café y un puesto de artesanías, Laura creó su propio escenario, allí todos disfrutan de su música y su voz.
Cada tarde, justamente a las seis, Jamie baja las escaleras del metro, pone su maletín a un lado y se afloja la corbata para relajarse escuchando la dulce voz de laura, cada día los problemas de su mente se marchan gracias a su angelical tono.
Jamie piensa que él ya no encontrará el amor y que ese tren ya partió, pero el único tren que debe dejar pasar es el de la línea roja para que así tome valor y hable con Laura cuando ella termine de cantar, el día que lo haga se dará cuenta que desde hace tiempo una historia de amor se ha comenzado a forjar en ese mágico lugar.