Desde entonces, la lucha de Eufrosina ha sido para eliminar el estigma de inferioridad asociado con los pueblos indígenas y afrodescendientes, y para asegurar que las mujeres sean tratadas con la misma dignidad y respeto que los hombres. Con perseverancia y determinación, ha conseguido modificar la Constitución de su estado, cambiar la Constitución de México y lograr que la ONU adoptara su iniciativa contra el sexismo y la discriminación.
Lo que más enorgullece a Eufrosina Cruz es saber que ha sido capaz de inspirar a las niñas, haciéndoles saber que tienen derecho a ser lo que quieran ser y que su origen no determina su futuro. Las jóvenes pueden cumplir sus sueños, tal como ella lo hizo.
En conclusión, Los sueños de la niña de la montaña es un testimonio emocionante de una mujer indígena que superó la discriminación y las barreras culturales para hacer una diferencia real y duradera en su comunidad y en su país. Su historia es un recordatorio de que, con determinación y trabajo duro, es posible lograr el cambio social y defender los derechos humanos.