Brooke era una chica del SoHo, pero de pronto tuvo que mudarse a Upper East Side, un barrio muy exclusivo de Manhattan y teniendo apenas diez años eso fue lo pero que le pudo pasar, por fortuna siempre fue muy alegre y su personalidad arrolladora le ayudó mucho y pronto hizo un nuevo amigo y consiguió adaptarse sin problemas.
Ryan es el hijo mayor de una de las familias más ricas de Nueva York y el único heredero del imperio hotelero de su padre y él fue quien se convirtió en el mejor amigo de Brooke aquel día que la conoció andando en bicicleta y desde que la rescató de aquellas tres brujas snobs decidió no abandonarla jamás.