Un día de estos terminaré matando a mi vecino y lo mejor es que con tanta serie de asesinatos y forenses que he visto sé cómo cometer un crimen sin dejar rastro, bueno tal vez exagero un poco, pero es que él me saca de quicio, mi dormitorio queda pared con pared del suyo y yo no puedo dormir por su culpa y con todo el escándalo que hacen las mujeres que mete a su cama, la verdad no me interesa saber sobre sus hazañas íntimas, solamente quiero dormir y lo peor es que ya un novio me abandonó por su culpa y no pienso seguir así mientras él se divierte.
Cuando le declaré la guerra no imaginé que haciendo mis compras navideñas la cosa se complicaría mucho para los dos…