El veintidós de diciembre de 1973 apareció en Mataleñas, Santander, el cadáver de Marta Robles decapitado y con una nota manuscrita escalofriante. Sería el primero de una retahíla de asesinatos que parecen irresolubles.
El veintidós de diciembre de 1973 apareció en Mataleñas, Santander, el cadáver de Marta Robles decapitado y con una nota manuscrita escalofriante. Sería el primero de una retahíla de asesinatos que parecen irresolubles.