Noah Murray experimenta un cambio radical en su vida cuando su hermano Owen y su esposa Hannah mueren en un trágico accidente. A pesar del dolor que siente por la pérdida de sus seres queridos, Noah se da cuenta de que hay algo más importante que necesita de su atención: Julian, su pequeño sobrino, de apenas unos meses de vida. Noah sabe que su deber es ser el padre de Julian y cuidarlo como corresponde en memoria de su hermano y cuñada.