Nathan King, el socio de las Joyerías Diamonds acaba de conocer a Elizabeth Castillo durante una noche de copas y él siendo un amante de los riesgos no dudó en enredarse con ella en una aventura apasionada sin saber que sus caminos se habían unido desde hace tiempo.
La mayor sorpresa se la llevó él al darse cuenta de que Elizabeth es una talentosa diseñadora de joyas y está muy lejos de ser la chica dulce e ingenua que él pensó, pues en realidad es una mujer de fuerte temperamento que a menudo se enoja por cualquier cosa y explota y ahora se ha convertido en un reto para el joven empresario.