El bosón de Higgs es una partícula subatómica cuya existencia se predijo en la década de 1960 y que finalmente fue descubierta en el Gran Colisionador de Hadrones (LHC) en 2012. Esta partícula es importante porque es la responsable de dar masa a todas las demás partículas subatómicas en el universo, lo que nos ayuda a entender cómo funciona el universo a niveles muy básicos.
Para entender mejor esto, es necesario conocer algunos conceptos clave en física cuántica. Todos los objetos en el universo están compuestos de partículas subatómicas que interactúan entre sí a través de campos cuánticos. Cada uno de estos campos está asociado con una partícula, como el campo electromagnético que está asociado con el fotón.
Sin embargo, algunos objetos tienen masa y otros no la tienen. Por ejemplo, un fotón es una partícula sin masa, mientras que un electrón tiene una masa muy pequeña pero no despreciable. Los físicos siempre han postulado que debe haber alguna partícula que interactúe con el campo de Higgs y que, como resultado, todas las demás partículas adquieran masa.
El bosón de Higgs es esa partícula. Según la teoría del campo de Higgs, todas las partículas subatómicas que tienen masa interactúan con el campo de Higgs. Cuando una partícula interactúa con el campo de Higgs, se ralentiza y adquiere masa. La cantidad de masa que una partícula adquiere depende de la intensidad de su interacción con el campo de Higgs.
Es importante destacar que el bosón de Higgs no “crea” masa. Más bien, permite que las partículas tengan masa interactuando con el campo de Higgs. En ausencia del campo, todas las partículas serían sin masa y se moverían a la velocidad de la luz.
El descubrimiento del bosón de Higgs en el LHC fue una de las mayores hazañas en la física moderna y llevó a la Asociación de Física de Partículas (APS) a otorgar el Premio Nobel de Física de 2013 a Peter Higgs y François Englert, quienes propusieron la existencia de la partícula hace más de 50 años.
Pero el descubrimiento del bosón de Higgs es solo el comienzo. Hay mucho más por descubrir en el mundo de la física de partículas, y con el LHC y otros experimentos en todo el mundo, los físicos continúan desentrañando los misterios del universo a niveles cada vez más profundos y detallados.