En la mente de Estela sus vacaciones de verano iban a ser una maravilla, pero todo se vino abajo cuando se enteró que el verano no iba a ser solo para ella y su novio álvaro, pues Braulio y Mónica se apuntaron para acompañarlos a Marbella y justo el mismo día del viaje, así que Estela no tiene de otra más que tragarse su coraje. No es que ella sea mala, es que Braulio es un tonto que siempre hace que Álvaro se comporte como él y son insoportables juntos, además Mónica la vuelve loca hablando todo el tiempo con su voz chillona que le taladra los oídos.
Al principio Estela no sabe qué hacer para librarse de ellos, pero su salvación no cayó del cielo, sino que salió del mar, pues un socorrista que aparece un dios del agua se volvió parte de su vida desde aquel momento en el que un incidente unió sus destinos y ahora la aventura ha dado un giro totalmente inesperado.