—¿Qué dice la carta? Porque no me digas que es respuesta a alguna tuya reclamando a la niña.
—Ni más ni menos que eso.
—¿Quieres decirme que Mildred no te entrega a la niña?
—No. Se niega.
—Vaya, hombre. ¿Y tú qué?
Juan extrajo el periódico del bolsillo, muy doblado, dejando bien de manifiesto el anuncio del despacho de aquel grupo de abogados.
—Haré una consulta legal.
—¿Y le has dicho eso a Mildred?
—¿Para qué si ella ya expone aquí su punto de vista?
—¿Dónde?
—En la carta, hombre, en la carta. Se casa y pretende que Dunia se quede con ella.
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