A un paso de la Navidad, Begoña se siente muy confundida, pues pareciera que el destino se ha puesto en su contra y luego de entrar a una joyería como clienta terminó siendo una presunta ladrona y no sabe cómo pasó eso, por suerte, su amiga Esther tiene un plan para ayudarle y envió a marino a hacerse cargo de su caso, él es un atractivo abogado penalista que desde el primer momento en que vio a su nueva clienta se sintió muy atraído.
Pronto el interés de Marino fue más allá de lo profesional y Begoña también se siente muy atraída, pero con tan poco tiempo de conocerlo y las circunstancias que está viviendo hacen que se sienta muy confundida.