Los recuerdos nos definen como seres humanos, son la representación mental de nuestras vivencias y experiencias en la vida. Sin ellos, nuestra existencia sería caótica y sin sentido. Pero, ¿qué sucede cuando esos recuerdos son dolorosos y queremos borrarlos de nuestra mente? ¿Es posible desactivar un mal recuerdo?
Catalina Tagle, una reconocida neurocientífica, tiene algunas respuestas para estas preguntas. Según ella, los recuerdos están almacenados en distintas partes del cerebro y pueden ser modificados con diversas técnicas. Pero, ¿por qué querríamos borrar un recuerdo?
La respuesta es simple: algunos recuerdos nos causan dolor y sufrimiento, y a veces comprometen nuestra calidad de vida. En el caso de la protagonista de la novela “Veinte Años de Sol” de Adriana Herreros, Sol, sufre de un doloroso primer amor que la persigue desde hace tiempo y que afecta su presente y futuro.
Sol es una exitosa arquitecta, casada y con una vida plena en apariencia. Sin embargo, su primer amor sigue presente en su mente como un recuerdo imborrable que le impide avanzar. Su padre, Eduardo Zarza, es el opuesto a ella: es un exitoso empresario inmobiliario que ha construido su imperio sobre la riqueza y el poder, pero que en el fondo esconde una gran soledad.
Teo, esposo de Sol y amigo de Eduardo, busca ganarse la simpatía de su suegro para aflorar su lado más humano. Matilde, mejor amiga de Sol, se plantea seriamente alejarse de su vida actual para buscar una realidad más satisfactoria.
La trama de “Veinte Años de Sol” se desarrolla alrededor de estos personajes y sus historias paralelas, pero siempre en torno al tema central de los recuerdos y la influencia que tienen sobre nuestras vidas.
La novela de Adriana Herreros es una reflexión profunda y conmovedora sobre los amores, las memorias y las lealtades. La pregunta que plantea es crucial: ¿hasta qué punto los recuerdos nos definen y nos condicionan? ¿Es posible modificar aquellos que nos hacen daño?
Estas son preguntas que Catalina Tagle, la neurocientífica de la novela, ha respondido en algunos de sus estudios sobre la memoria, el cerebro y la experiencia humana. Según ella, los recuerdos no son inmutables, sino que están en constante cambio. Son maleables y se pueden modificar con el uso de ciertas técnicas y herramientas.
Una de las técnicas más utilizadas es la “reconsolidación de la memoria”. Esta técnica consiste en la reactivación del recuerdo en la mente del individuo, acompañada de ciertos estímulos que ayudan a modificar el recuerdo original. De esta forma, el recuerdo se vuelve más flexible y menos doloroso.
Otra técnica que se ha utilizado en la neurociencia es la estimulación magnética transcraneal (EMT). Esta técnica consiste en la aplicación de campos magnéticos sobre ciertas áreas del cerebro para modificar la actividad neuronal y, por tanto, los recuerdos asociados a esa área.
Es importante destacar que estas técnicas no borran los recuerdos por completo, sino que los modifican y los hacen más manejables. Además, estas técnicas se encuentran todavía en fase experimental y no están disponibles para el público en general.
En conclusión, “Veinte Años de Sol” es una novela que aborda temas muy profundos y relevantes para nuestra vida cotidiana. Los recuerdos son parte de nosotros, pero no tienen por qué condicionarnos y limitarnos. La neurociencia nos ofrece herramientas y técnicas para modificar aquellos recuerdos que nos causan dolor y sufrimiento, y así poder disfrutar más plenamente de nuestra existencia.
Raquel García
Raquel es licenciada en Periodismo en la UCM. Desde pequeña, ha sido una ávida lectora y siempre ha disfrutado de sumergirse en mundos imaginarios a través de las páginas de un libro. Además, le encanta explorar nuevos lugares y culturas, y ha tenido la oportunidad de viajar a varios países en diferentes continentes. Actualmente, trabaja como redactora web y sigue descubriendo nuevos libros y lugares fascinantes.