Y no me importa nada. Ice Star, 1

Formatos: PDF, EPUB, MOBI

La historia entre Ezra y yo fue un cóctel de emociones encontradas, de altibajos y de momentos inolvidables que aún resuenan en mi mente. Era como abrir una bolsa de frutos secos y pensar que solo te comerías lo que... Leer más

La historia entre Ezra y yo fue un cóctel de emociones encontradas, de altibajos y de momentos inolvidables que aún resuenan en mi mente. Era como abrir una bolsa de frutos secos y pensar que solo te comerías lo que más te gusta y tirarías a la basura lo que no te agrada. Pero al final, terminas comiéndote todo, lo bueno y lo malo.

A pesar de que fue una montaña rusa emocional, debo admitir que Ezra era un chico interesante y enigmático. Tenía esa aura de misterio que lo hacía diferente a los demás, y su personalidad era tan compleja que siempre me mantenía intrigada. Nunca supe qué esperar de él, lo que lo hacía aún más emocionante.

El inicio de todo

Recuerdo claramente cómo lo conocí: estaba caminando por el centro comercial cuando lo vi sentado en una banca, mirando hacia el infinito con esa expresión en su rostro que me hizo sentir curiosidad. Me acerqué a él y le pregunté si estaba bien, a lo que él simplemente respondió que estaba pensando. Fue una respuesta tan vaga que no pude evitar querer saber más sobre él.

Después de esa conversación casual, nuestras vidas se entrelazaron de una forma inesperada. Comenzamos a hablar más seguido y descubrimos que teníamos muchas cosas en común. Nuestra pasión por la música, por ejemplo, era algo que nos unía. Él tocaba la guitarra y yo cantaba, así que decidimos formar una banda juntos.

La relación

Lo que al principio parecía simplemente una amistad, se convirtió en algo más profundo. Ezra y yo nos empezamos a sentir atraídos el uno por el otro, y de pronto estábamos entrando en una relación sentimental. No fue fácil; ambos teníamos nuestros propios demonios internos que hacían que nuestra relación fuera complicada. Pero nos amábamos y queríamos hacer esto funcionar.

La relación era una montaña rusa constante. Había momentos en los que Ezra era dulce y cariñoso, y otros en los que se cerraba completamente, sin dejarme entrar en su mundo. A veces, parecía que estábamos en la misma página, mientras que otras veces, parecíamos estar en diferentes libros. Pero a pesar de todo eso, nunca dejé de amarlo.

El final

La relación llegó a su fin de una forma abrupta. Ezra simplemente desapareció sin dar explicaciones, y durante semanas traté de comunicarme con él sin éxito. Me dejó con el corazón roto, sin saber qué había pasado.

Después de mucho tiempo, finalmente me enteré de que había problemas en su familia que lo habían obligado a alejarse y desconectarse de todo. Fue triste saber que había estado pasando por algo así, pero también me di cuenta de que no podía esperar a que él resolviera sus problemas. Tenía que seguir adelante.

Reflexión

Mirando hacia atrás, no me arrepiento de nada. Aunque nuestra relación fue complicada y dolorosa, también fue hermosa y significativa en muchos sentidos. Me enseñó mucho sobre el amor, el dolor y sobre mí misma. y aunque la cicatriz sigue allí, debo seguir adelante. Debo agradecer a Ezra por los momentos felices que me dio, los cuales siempre atesoraré. Sin embargo, también debo aprender a dejar ir lo que no me hace feliz.

En conclusión, mi historia con Ezra fue un cóctel de emociones que me hizo sentir viva. Aprendí a no tener miedo de amar, aunque el amor duele a veces. Creo que todos deberíamos experimentar algo así, para poder crecer y aprender en la vida.


Raquel es licenciada en Periodismo en la UCM. Desde pequeña, ha sido una ávida lectora y siempre ha disfrutado de sumergirse en mundos imaginarios a través de las páginas de un libro. Además, le encanta explorar nuevos lugares y culturas, y ha tenido la oportunidad de viajar a varios países en diferentes continentes. Actualmente, trabaja como redactora web y sigue descubriendo nuevos libros y lugares fascinantes.