Hellen es una reina en serios problemas. Una que ve que el mandato de su esposo Henry decae. Es el momento de abdicar y de ceder la corona a un heredero.
Ella sabe que el mundo teme a su hijo Aidan por la maldición que arrastra, pero está decidida a conseguir que él sea el próximo rey. Nadie tiene derecho alguno a quitarle algo que se le asignó de nacimiento.
Entonces idea un plan, un hechizo para encontrar el alma gemela de Aidan. No importa quién sea o dónde se encuentre.
Y todo se descontrola con una inocente frase.
¿Es posible que su alma gemela esté mucho más lejos de lo que parece? ¿Que no pertenezcan ni al mismo tiempo, ni al mismo mundo?
¿Podrá querer a un hombre maldito?