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Resumen de “Caso cerrado”
“Caso cerrado” es un thriller legal enraizado en las calles de Toronto, donde el lector se encuentra con un caso aparentemente sencillo que se va entrelazando con una serie de hechos y personajes que complejizan la trama y desafían las expectativas. Kevin Brace, el principal presentador de radio en Canadá, se encuentra en el centro de una investigación luego de haber confesado el asesinato de su joven esposa. Sin embargo, tan pronto como admite su culpabilidad, Brace se sume en un profundo silencio, rehusándose a hablar incluso con su abogada.
El hallazgo del cuerpo de la esposa en la bañera, con una herida mortal de cuchillo, debería ser suficiente para cerrar el caso, pero hay demasiados elementos atípicos. La víctima es descrita como una alcohólica autodestructiva, y se encuentran huellas dactilares desconocidas en la escena del crimen. A esto se le suma un conjunto de giros durante el proceso judicial que hacen que un caso que debió ser simple se torne en una batalla legal intensa.
El entorno de la ciudad de Toronto juega un papel crucial en la novela. Desde antiguas prisiones hasta las lúgubres salas de juicio del Ayuntamiento Viejo, el lector es llevado de la mano por distintos escenarios que dan vida a la historia. Personajes como Awotwe Amankwah, el único periodista negro en la cobertura del crimen; el juez Jonathan Summers, un ex capitán de la Marina que lleva su sala de corte con mano de hierro; Edna Wingate, una octogenaria ex esposa de guerra y entusiasta del yoga; y Daniel Kennicott, un exabogado convertido en policía tras el asesinato de su hermano, agregan capas de complejidad y humanidad al relato.
Sinopsis de “Caso cerrado”
En “Caso cerrado” se nos presenta un drama judicial entrelazado con las vidas personales y profesionales de sus protagonistas. Kevin Brace, el confeso asesino y figura pública prominente, se convierte en un acertijo para la policía y el sistema legal al negarse a hablar después de su confesión. A medida que la investigación avanza, las certezas iniciales se desmoronan al enfrentarse a una serie de revelaciones y misterios que plantan dudas sobre la culpabilidad de Brace.
La muerte de la joven esposa de Brace no es lo que parece. Los detalles de su vida privada comienzan a surfacer, retratando la imagen de una mujer atormentada y en descenso hacia la autodestrucción. Este descubrimiento, junto con evidencia desconcertante encontrada en la escena del crimen, lleva a los investigadores por una ruta de intrigas y pistas crípticas.
Mientras tanto, un elenco de caracteres secundarios, desde periodistas hasta figuras del sistema judicial y ex veteranos que ahora sirven en la policía, ofrecen diferentes perspectivas y subtramas que enriquecen la historia central. Cada uno con sus propias motivaciones, historias y demonios internos, contribuyen a tejer una narrativa de suspenso y misterio. La labor de la defensa, la fiscalía, y las maniobras dentro y fuera del aula de justicia sirven de telón de fondo a una intensa búsqueda de la verdad.
La ciudad de Toronto se despliega como un personaje más de la novela, con sus rincones oscuros y edificaciones emblemáticas que proporcionan el escenario para la acción y el drama que se desarrolla en sus calles y salas de audiencias. En este contexto, “Caso cerrado” nos invita a cuestionar la veracidad de las confesiones, las apariencias y las suposiciones que solemos hacer en la búsqueda de justicia.
Opinión personal sobre “Caso cerrado”
Rober Rotenberg, con “Caso cerrado”, nos regala no solo un thriller legal, sino una inmersión en profundidad en el entramado social y judicial de una de las ciudades más vibrantes del Canadá. Los personajes están bien definidos y cada uno contribuye al avance de la trama de una manera significativa. La narrativa de Rotenberg es detallada y meticulosa, capturando tanto la tensión de la sala de juicio como las complejidades emocionales de los implicados.
La historia se beneficia de la experiencia del autor como abogado defensor en Toronto, brindando autenticidad y verosimilitud a los procedimientos judiciales y las dinámicas de los personajes dentro del sistema legal. El misterio se desenvuelve no solo en la investigación del asesinato, sino en cómo las relaciones interpersonales y los prejuicios pueden influir en el proceso legal.
El personaje de Kevin Brace, en particular, desempeña un papel intrigante. A pesar de ser el acusado y haber confesado el crimen, su silencio y su actitud posterior plantean un enigma que mantiene al lector adivinando hasta el final. Esta elección narrativa eleva “Caso cerrado” por encima de un libro de misterio convencional, añadiendo un nivel de complejidad psicológica inesperada.
Además, la representación de Toronto es uno de los puntos fuertes del libro; la ciudad no es simplemente un telón de fondo, sino un ente que moldea la trama y las personalidades de los personajes. La diversidad y multiculturalidad de la ciudad están bien representadas y se convierten en un reflejo del mundo real.
En conclusión, “Caso cerrado” es una novela absorbente y bien construida que logra mantener al lector enganchado de principio a fin. Ofrece un examen detallado del derecho penal y las complejidades humanas que se entrelazan con él. Es un testimonio de cómo un caso puede parecer sencillo desde fuera, pero al profundizar en los detalles, revela la rica complejidad de la ley y la justicia. Robert Rotenberg crea un mosaico detallado que revela tanto sobre la naturaleza humana como sobre el sistema legal, y lo hace con una maestría que mantiene al lector en vilo hasta la última página.
Raquel García
Raquel es licenciada en Periodismo en la UCM. Desde pequeña, ha sido una ávida lectora y siempre ha disfrutado de sumergirse en mundos imaginarios a través de las páginas de un libro. Además, le encanta explorar nuevos lugares y culturas, y ha tenido la oportunidad de viajar a varios países en diferentes continentes. Actualmente, trabaja como redactora web y sigue descubriendo nuevos libros y lugares fascinantes.