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Resumen de Justicia poética
“Justicia poética” es una novela que se adentra en la vida de Raquel Ortiz Dos Santos, una mujer con varias facetas: es psicóloga en el Hospital Clínico de Valencia y una poeta apasionada. La historia comienza con una revelación impactante para Raquel que altera drásticamente el curso de su vida: descubre que está embarazada. Este hecho desencadena una serie de reflexiones y eventos que la llevan a reconsiderar muchas de sus convicciones anteriores sobre la maternidad, la creatividad y las relaciones personales.
Aunque Raquel ha sido galardonada con el Premio Nacional de Poesía Joven por su libro “Madrid”, no se siente en el mejor momento para embarcarse en el viaje de la maternidad. La paternidad recae en Biel, que es su mejor amigo, amante y la personificación de un amor no convencional y sin ataduras formales. La conexión entre Raquel y Biel es compleja, y aunque él reside en Madrid y han perdido el contacto tras una “ruptura sin ruptura”, se reencuentran en una ocasión significativa que resulta en el embarazo.
Además del dilema del embarazo no planeado, Raquel enfrenta el duelo no resuelto por la muerte de su padre, con quien mantiene una relación a través de las páginas de su diario, como si él todavía estuviera a su lado. Además, la novela explora cuestiones como el temor al compromiso y al maltrato, la ausencia maternal y cómo la poesía sirve como un vehículo de emoción y expresión para la protagonista. La autora, Mamen Monsoriu, plantea preguntas existenciales en torno a la compatibilidad entre la creatividad y la maternidad, y si la llegada de un hijo necesariamente pone fin a la vida creativa de una mujer.
Sinopsis de Justicia poética
“Justicia poética” entrelaza la introspección psicológica con la belleza del lirismo literario para contar la historia de Raquel Ortiz Dos Santos, quien, tras recibir el reconocimiento como joven poeta prometedora, se encuentra frente al desafío de un embarazo inesperado. La noticia del latido de su bebé no viene sola, sino con un torbellino de emociones y memorias, ya que toca aspectos sensibles de su historia personal como el recuerdo constante de su padre fallecido y la complejidad de sus sentimientos hacia Biel, quien podría ser catalogado como su pareja pero, en el fondo, es mucho más que eso.
La trama se desarrolla en Valencia, y a través de sus características mediterráneas, nos sumerge en la vida cotidiana de Raquel, quien navega entre su rol de psicóloga en el hospital, el mundo de la poesía que tanto ama, y la incertidumbre de un futuro como madre. Mientras enfrenta su conflicto interno sobre el compromiso, el amor y sus aspiraciones, se ve abocada a una búsqueda introspectiva que le hace cuestionar la relación con su propia madre y la influencia de esta en sus percepciones sobre la vida y el arte.
La novela pone de manifiesto la conexión intrínseca entre la vida y la poesía, y cómo a menudo el arte imita a la vida tanto como la vida puede ser influenciada por el arte. “Justicia poética” nos invita a reflexionar acerca de si es posible encontrar equilibrio entre la responsabilidad maternal y la pasión por la expresión creativa, y cómo una mujer puede encontrar su propio camino y justicia en un mundo lleno de tradiciones y expectativas, utilizando la poesía como su brújula moral y emocional.
Opinión personal sobre Justicia poética
La lectura de “Justicia poética” es una experiencia que envuelve al lector en un manto de emociones y preguntas existenciales. La autora, Mamen Monsoriu, ha tejido una historia que no solo atrapa por sus personajes multidimensionales y realistas, sino también por la manera en que utiliza la poesía como un elemento narrativo que enriquece la trama. Raquel, la protagonista, es un personaje especialmente bien logrado que nos permite vivir de cerca sus dilemas, sus temores y su crecimiento personal.
El estilo de la escritura es una de las fortalezas más significativas de la novela. La forma en que Monsoriu describe los pensamientos y sentimientos de Raquel es auténtica y profunda. No es común encontrar obras que aborden las inquietudes sobre la maternidad desde un ángulo tan introspectivo y que, al mismo tiempo, cuestionen el impacto de esta en la vida creativa de una mujer. La narrativa invita a una reflexión personal, animando al lector a plantearse sus propias concepciones sobre la vida, el arte y el amor.
Además, la ambientación en Valencia añade un toque de realismo mágico al cuento. La ciudad, con su energía y su cultura, actúa casi como un personaje secundario que sostiene y da forma a la experiencia de Raquel. En cuanto al conflicto sobre si la creatividad se ve o no truncada por la maternidad, la autora maneja este tema con delicadeza y sabiduría, sin imponer respuestas sino presentando la vida de una mujer que encuentra su propia versión de la “justicia poética”.
En resumen, “Justicia poética” es una novela que merece atención y reflexión. Es un testimonio de la complejidad de la vida femenina y una celebración de la resiliencia y el poder del arte como consuelo y guía. La historia de Raquel nos inspira a buscar nuestra propia justicia poética en la vida, equilibrando nuestros sueños y aspiraciones con las sorpresas que el destino nos depara, y todo ello contado a través de una prosa lírica que hace justicia al título del libro. Se trata de una obra que se quedará en la mente y el corazón del lector mucho después de cerrar sus páginas.