En la historia de “El Círculo”, se nos presenta a Rosa, una maestra de colegio que se da cuenta que los alumnos siempre están en conflicto debido a las emociones que sienten. Para ayudarlos a conectar y descubrir que tienen mucho en común, crea un juego llamado “El Círculo”.
Este cuento ha sido creado para tratar la diferencia y el conflicto como algo natural en la vida y para que todos podamos ver lo negativo como una nueva oportunidad para relacionarnos con el prójimo sin conflictos.
Una clase de niños y niñas en constante conflicto
Rosa es una maestra que trabaja en una escuela donde todas las semanas se presentan nuevos conflictos entre sus alumnos y alumnas. Los conflictos eran siempre por las mismas causas: peleas por juguetes o por quién lidera un juego. Rosa no sabía cómo abordar de manera efectiva esos conflictos entre los niños y niñas de su clase.
Un día, Rosa se dio cuenta de que su trabajo no era simplemente enseñar matemáticas, lenguaje y otras asignaturas. También debería enseñar el valor de la empatía, la coexistencia en la diferencia y la tolerancia. Entonces, decidió crear un juego para que los niños y niñas aprendieran estos valores de una manera divertida.
El juego “El Círculo”
El juego que creó Rosa se llamaba “El Círculo”. Consistía en que cada estudiante debía elegir una carta con un valor impreso, tales como la amistad, la honestidad, el respeto y la cortesía, por ejemplo. Con este valor elegido, cada estudiante debía reflexionar sobre la importancia que tenía para él o ella y cómo lo podía practicar diariamente en su vida.
Después, todos los estudiantes debían sentarse en círculo y contar una anécdota donde hubieran puesto en práctica ese valor durante el día, pero sin decir el valor elegido. Era el turno de los demás estudiantes tratar de adivinar cuál había sido el valor escogido.
Este juego ayudaba a los estudiantes a entender que pueden tener pensamientos, emociones y actitudes distintas, pero que aún así pueden convivir y aprender juntos.
Aprendiendo a escuchar y respetar las ideas de los demás
Cada día, Rosa promovía una actividad diferente para que los estudiantes pudieran interactuar y aprender unos de otros. Una actividad que daba buenos resultados era la de “escuchar y respetar las ideas de los demás”. En esta actividad, un estudiante debía hablar sobre sus ideas o experiencias, mientras que los demás estudiantes debían escucharlo sin interrupción alguna.
Una vez que terminaba, los demás estudiantes hacían preguntas para entender mejor lo que había dicho el compañero y a continuación, expresaban sus propias ideas.
En un principio esto resultó difícil, pero poco a poco, los estudiantes fueron aprendiendo a escuchar y respetar las ideas de los demás, entendiendo que todos tienen algo que aportar y que no por tener ideas distintas se tiene que entrar en conflicto.
La importancia de celebrar la diversidad
Rosa también organizaba actividades para celebrar la diversidad, tanto cultural como física, de cada estudiante. Por ejemplo, cada estudiante podía llevar a clase un objeto que representara sus raíces culturales.
De esta manera, se aprendía a respetar y celebrar las diferentes culturas presentes en la clase y a no discriminar a nadie por ser distinto. Los niños y niñas aprendían, gracias a estas actividades, a entender que lo que nos hace diferentes es lo que nos hace únicos.
Conclusiones
“El Círculo” es un cuento que nos demuestra la importancia de la empatía, la coexistencia en la diferencia y la tolerancia en nuestras vidas. Gracias a este juego, los estudiantes pudieron aprender verdaderos valores que se pueden aplicar en su día a día.
Los niños y niñas aprendieron a escuchar, respetar y valorar las ideas y pensamientos de los demás, celebrar la diversidad cultural y física, y que no por tener ideas distintas se tiene que entrar en conflicto.
Este juego también nos enseña a todos, sin excepción, la importancia de valorar la diversidad y a no entrar en conflicto con los demás debido a las diferencias. “El Círculo” nos muestra que se puede convivir en la diferencia siempre y cuando haya respeto, tolerancia y empatía.