Habitualmente solía decir: «Hola, Carroll, cariño, ¿cenamos juntos esta noche?». Pero en aquella ocasión no dijo nada de aquello, tal vez porque todavía se encontraba perturbado por el rostro ovalado de la chica que había visto en el ascensor XII. Comentó sucintamente: —Qué mal tiempo, ¿eh, Carroll? Y realmente hacía mal tiempo, aunque no hubiese modo de saberlo en aquel departamento de información de la Grahan-Engine. Se requerían quince minutos para abandonar el edificio, después de sortear los pasillos, hacer carreras con los ascensores y descender las doce plantas sin ningún tropiezo eléctrico.— Llueve —?admitió ella—. ¿No es fascinante?
Colecciones Bolsilibros » Espacio – El Mundo Futuro (406)