Lucía es una fuerza de la naturaleza, un huracán pelirrojo de eterna sonrisa que no desfallece a pesar de trabajar en el mismo centro de salud que su ex, un pediatra que le rompió el corazón de forma implacable. Ahora ha decidido tomarse un tiempo para ella, para conocerse, para mejorar como persona y para sanar. Pero hay una cosa que tiene muy clara, pase lo que pase, no volverá a involucrarse con un médico, desconfía de las batas blancas y los estetoscopios.
Por eso, cuando los nuevos especialistas llegan al centro lo último que Lucía tiene en mente es enamorarse del apuesto dermatólogo de profundos ojos verdes. Y la revelación de sus sentimientos cae sobre ella como un jarro de agua fría.
Ricardo no tarda en caer bajo el hechizo de la administrativa del centro que lo tiene desconcertado pues, en ocasiones parece que ella se aleja y en otras parece que quiere acercarse.
¿Será Lucía capaz de dejar de lado sus prejuicios y sucumbir a sus sentimientos? ¿O permitirá que una mala experiencia la persiga hasta el punto de impedirle ser completamente feliz?
Risas, malos entendidos y mucha complicidad en una novela que, según la opinión de los facultativos, debe disfrutarse sin moderación.