Cuando nos relacionamos con los demás, buscamos sentirnos bien y conectados con ellos. Pero, ¿qué pasa cuando esa relación se convierte en tóxica o no nos hace felices? ¿Cómo podemos conseguir una relación saludable y duradera? La respuesta está en el amor propio.
El amor propio es la base para establecer relaciones saludables y duraderas. Si no nos queremos a nosotros mismos, difícilmente podremos querer a alguien más de manera sana y equilibrada. Al querernos y respetarnos a nosotros mismos, sabremos establecer límites y mantener una relación en la que ambas partes se sientan cómodas y respetadas.
Conocernos para querernos
El primer paso para establecer una relación saludable es conocerse a uno mismo. Necesitamos saber quiénes somos, cuáles son nuestros valores y qué esperamos de una relación. Para ello, podemos hacer ejercicios de autoconocimiento, como elaborar una lista con nuestras fortalezas y debilidades, nuestros intereses y nuestras metas.
Además, es importante aceptar nuestras emociones y sentimientos. No podemos controlar todas las situaciones de la vida, pero sí podemos controlar nuestra forma de reaccionar a ellas. Al aceptar nuestras emociones y aprender a gestionarlas de manera adecuada, conseguiremos establecer relaciones más equilibradas y satisfactorias.
Actuar conforme a nuestros valores
Otro aspecto fundamental es actuar conforme a nuestros valores. Cuando actuamos en contra de nuestros valores, nuestra autoestima se resiente y nos sentimos mal con nosotros mismos. Por lo tanto, es importante tener claros nuestros valores y actuar conforme a ellos. Esto no significa que tengamos que imponer nuestros valores a los demás, sino que debemos buscar personas que compartan nuestros valores y respeten los nuestros.
Establecer límites
Además, establecer límites es fundamental para establecer relaciones saludables. No podemos permitir que nadie nos falte al respeto o nos trate de manera inadecuada. Por lo tanto, es importante comunicar de forma clara y asertiva nuestros límites y hacer que se respeten. Si alguien no respeta nuestros límites, debemos alejarnos de esa persona, por muy difícil que nos resulte.
Mantener una comunicación efectiva
Por último, la comunicación es clave para establecer una relación saludable. Debemos saber expresar nuestros sentimientos y pensamientos de forma clara y respetuosa, y estar abiertos a escuchar los de la otra persona. Además, es importante resolver los conflictos de manera constructiva y buscar soluciones que benefician a ambas partes.
Conclusiones
En definitiva, para establecer relaciones saludables y duraderas, es fundamental trabajar en el amor propio y en el autoconocimiento. Al conocer nuestros valores, establecer límites y mantener una comunicación efectiva, conseguiremos establecer relaciones satisfactorias y duraderas con las personas que queremos tener cerca.
Si quieres profundizar en este tema, te recomendamos el libro “Querida yo: tenemos que hablar”, que ha sido calificado como lectura obligatoria y necesaria por sus lectores. Este libro te ayudará a trabajar en tu amor propio y en tu autoconocimiento, para establecer relaciones más saludables y satisfactorias.