Lute Pettijohn, uno de los hombre más ricos y famosos de Charleston, millonario conocido tanto por su despotismo en los negocios como por su afición desmedida a las faldas, aparece asesinado en la habitación de uno de sus hoteles. La investigación del caso se presenta difícil, máxime cuando el muerto había granjeado en vida infinidad de enemigos. No obstante, la resolución del crimen supondría sin duda una punta de lanza en la carreta del ayudante del fiscal del distrito que se encargará del caso, que recae en el prometedor abogado Hammond Cross.
Sin embargo, para Cross el caso no llega en el mejor momento de su vida. O quizá sí. La misma noche del crimen conoce a una atractiva mujer, capaz de despertar en él sentimientos con una rotundidad desconocida. ¿Significaba el comienzo de una gran historia de amor? Sólo el tiempo lo diría… y tiempo es lo que le faltaba. Y es que cada nueva pista en el caso Pettijohn daba una vuelta de tuerca que amenazaba con embadurnar de acusaciones al propio Cross, aún apesadumbrado por no haber sido capaz de dar con la hermosa mujer con la que había vivido aquella noche de pasión. Una mujer que guardaba un secreto a todas luces inconfesable.